Entre los días 6 y 10 de noviembre 2024 se ha celebrado en la Sierra Norte de Oaxaca, México, la reunión anual de la Plataforma para la Construcción de Paz en México, una articulación que reúne a treinta organizaciones mexicanas e internacionales que trabajan para la construcción de paz en México. El ICIP forma parte de la Plataforma desde sus inicios y su participación se enmarca en el área temática «Violencias fuera de contextos bélicos» y, concretamente, en el trabajo sobre México iniciado en 2018.

La Plataforma es un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias a partir del cual se quiere formular un diagnóstico compartido sobre la grave y compleja situación de violencias que vive el país y plantear posibles respuestas desde una perspectiva de construcción de paz. espacio de análisis ha sido precisamente el punto más importante de la agenda del encuentro. Confluyeron miradas locales (Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México y Chihuahua) con perspectivas nacionales, latinoamericanas, europeas y globales. No ha faltado tampoco un análisis binacional (EEUU-México), coincidiendo precisamente con la semana en la que Donald Trump ha ganado las elecciones estadounidenses.

En base a los análisis de contexto ya una profunda reflexión estratégica sobre las capacidades y oportunidades para la paz en México, la Plataforma ha definido su plan de trabajo interno para 2025. El encuentro también ha servido para fortalecer los vínculos entre las organizaciones de paz que han participado, unas organizaciones que a diario se enfrentan – a veces en la propia piel – al embate de la violencia criminal, la deslegitimación por parte de las autoridades locales y federales y la desatención internacional. A fin de cuentas, México es una democracia, se sitúa en el número 12 del ranking de las economías mundiales y, formalmente, no está en guerra.

Una particularidad importante de la reunión de este año es que se ha combinado con un encuentro de jóvenes activistas de todo el país, propiciando así un diálogo intergeneracional que no sólo ha permitido al grupo de jóvenes familiarizarse con la sólida trayectoria histórica de las iniciativas de paz mexicanas, sino que también ha enriquecido las discusiones de la Plataforma con perspectivas que no se han abordado con suficiente profundidad hasta ahora. Entre las preocupaciones que los jóvenes han puesto sobre la mesa destacan cuestiones relacionadas con las violencias en el ámbito doméstico, los derechos sexuales y reproductivos, las limitadas perspectivas de futuro y la salud mental.

Pese a reconocer el legado de los ancestros y el valioso trabajo de los mayores de sus respectivas comunidades, el grupo de jóvenes también ha apuntado el hecho de que a menudo sienten que tanto en sus entornos más cercanos como en los movimientos sociales se siguen dinámicas demasiado adultocéntricas y que sus perspectivas, inquietudes y maneras de hacer no tienen suficiente cabida. Diálogos como el que se han realizado estos días en la Sierra Norte han permitido tener conversaciones necesarias para avanzar hacia una visión de paz más integral y crear puentes entre varias generaciones de activistas por la paz que no siempre coinciden en los espacios de reflexión y acción.

Compartir