Lleida, la primera ciudad del mundo en aprobar una moción para reconocer el exilio colombiano

El Ayuntamiento de Lleida ha aprobado por unanimidad en el pleno municipal del viernes 30 de julio una moción de reconocimiento a la población colombiana exiliada y migrada residente en la ciudad y en las tierras de poniente.

La propuesta ha contado con el apoyo del conjunto de los grupos políticos municipales, con los votos favorables de ERC-AM, PSC, JxCat Lleida, Comú de Lleida, Cs y el PP.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la Coordinadora de ONGD y otros Movimientos Solidarios de Lleida y articulada con el Nodo Catalunya de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia y el ICIP (Instituto Catalán Internacional para la Paz).

Según Carmen Campoy, miembro de la junta de la Coordinadora de ONGD, «el trabajo de la diáspora colombiana – cerca de 3000 personas migrantes y exiliadas en Lleida – nos sirve de ejemplo a seguir para trabajar para la convivencia, la cohesión social y la paz».

«Es fundamental que la ciudadanía leridana y sus instituciones reconozcan y acompañen el trabajo hacia la construcción de una paz estable y duradera en Colombia por parte de la diáspora y las víctimas del conflicto armado residentes en la ciudad», afirma.

La dignidad de las víctimas

La moción aprobada pone el foco en la dignidad de las víctimas, y que sus procesos de resistencia y resiliencia, sus aportaciones a la paz en Colombia y en la sociedad leridana sean reconocidos públicamente por las instituciones y las sociedades de acogida.

El texto aprobado «reconoce las aportaciones de las organizaciones de la sociedad civil en Lleida para una paz sostenible y duradera en Colombia y el apoyo a la población migrada y exiliada». También se acuerda realizar un encuentro con representantes de la diáspora y el exilio colombiano, y con organizaciones de apoyo en Lleida, «para el reconocimiento público de su dignidad, trabajo y aportaciones a la paz en Colombia y su sociedad de acogida».

Según el padrón municipal, en Lleida viven un total de 2.952 personas colombianas (1.553 mujeres y 1.399 hombres). Esta cifra supone el 2,1% de la población de la ciudad.

Durante los últimos meses, el ICIP y el Nodo Catalunya han organizado unos talleres con la población colombiana de Lleida, en coordinación con la Regidoria de Educación, Cooperación, Derechos Civiles y Feminismos de la Paeria y la Coordinadora de ONGD.

Estos talleres permitieron informar sobre el proceso de paz en Colombia y sobre los derechos de las víctimas, así como identificar las necesidades específicas de la comunidad colombiana en la capital del Segrià.

Una de las personas que participó en este proceso es Marina Camargo Jinete, residente en Alcarràs desde hace tres años y víctima del conflicto armado. En la presentación de la moción en el pleno municipal, Camargo habló de su experiencia como persona asilada en la província de Lleida:

«La población colombiana que se encuentra radicada en Lleida está muy agradecida por la acogida y la calidad humana como somos tratados. Estamos aquí para decir gracias de parte de las personas refugiadas. Para la población colombiana esta moción es como un árbol que nos da cobijo y que nos ayuda a sentirnos amparados, protegidos y acogidos entre el pueblo catalán», asegura.

Durante el pleno municipal también participó María Rosario Vásquez, portavoz del Nodo Catalunya, quien cerró su intervención hablando del efecto reparador que esta moción tiene para las víctimas residentes en Cataluña.

Un proceso pedagógico liderado por el ICIP

Uno de los principales impulsores de la moción aprobada el viernes es el ICIP.

Desde el 2018, la institución actúa como Secretaría Técnica en Europa de la Comisión de la Verdad de Colombia. Su función es propiciar que cualquier víctima del conflicto pueda aportar su testimonio y vincularse a la reconstrucción de la memoria histórica y la reconciliación. También se busca que las sociedades de acogida se familiaricen con el proceso de paz de Colombia y las personas colombianas que viven entre nosotros. En esta línea se han creado 15 nodos o espacios de participación ciudadana en 10 países europeos. El Nodo Catalunya es uno de los más activos.

En este marco, el ICIP ha propuesto impulsar mociones municipales de apoyo a las víctimas residentes en el extranjero. Lleida es la primera ciudad del mundo que ha apoyado esta iniciativa y se convierte, así, en un referente internacional para otras ciudades e instituciones internacionales.

«Hay poca conciencia de que entre nosotros viven personas que han sido víctimas de una guerra, que han tenido que rehacer su vida social y profesional en otro país. Queremos reconocer el valor y la dignidad de estas personas y facilitar su integración en Lleida», comenta Ana Isabel Barrera, también víctima colombiana y técnica del área de Memoria, convivencia y reconciliación del ICIP.

Un acuerdo de paz histórico

Tras 50 años de guerra, el 26 de septiembre de 2016 el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un histórico Acuerdo de Paz.

Como producto del Acuerdo se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, para identificar los patrones y causas del conflicto armado y satisfacer el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad, la justicia, la reparación y prevenir, así, nuevas guerras. La Comisión presentará su informe a finales de este año.

Según la Comisión de la Verdad, de los más de 5 millones de personas colombianas que viven en el exterior, al menos 500.000 han sido víctimas de la guerra.

El ICIP recibe a un grupo de defensoras de los Derechos Humanos acogidas en Cataluña

El lunes 5 de julio, el ICIP recibió a tres de las participantes de la edición de este año del Programa Catalán de Protección a las Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos. Las cuatro defensoras, procedentes de México, Colombia y Filipinas, están acogidas en Cataluña durante seis meses.

Las defensoras acogidas son un grupo de activistas en los ámbitos de los derechos del colectivo LGBTTIQ+, el acceso a la justicia y la lucha contra la tortura, las desapariciones forzadas vinculadas al derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, así como los derechos de los pueblos indígenas.

Las cuatro defensoras se encuentran en situación de riesgo en sus países por la labor de defensa de los derechos humanos que llevan a cabo, y esta reubicación temporal permitirá reducir la tensión en la que viven, ofrecer un espacio de cuidado y seguridad orientado a su recuperación y descanso, así como reforzar su lucha a través del fortalecimiento de capacidades y la ampliación de su red de apoyo.

Contra la tortura

Este es el caso de Susana de la Cruz, una activista tsotsil originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Su trabajo se ha centrado en impulsar acciones de defensa jurídica y política para la libertad de personas indígenas injustamente presas y en visibilizar las violaciones de derechos humanos y discriminación que sufren los pueblos originarios, el despojo territorial y el desplazamiento forzado.

«Aunque Chiapas es territorio indígena, somos pisoteados. Me molesta muchísimo que haya tanta injusticia. La mayoría de población es indígena y llegará un momento en que toda esta cultura la van a desaparecer», aseguró.

«Sabemos que estamos luchando por lo que es justo y como personas indígenas, tenemos derechos. Exigimos justicia. Se nos ha negado la justicia desde hace muchos años», añadió.

La activista de Chiapas Susana de la Cruz durante el acto en el ICIP.

Derechos de las mujeres trans

Otra de las defensoras que visitó el ICIP es una mexicana que lucha en contra de las discriminaciones de las mujeres trans en su país de origen. En 2015 fue la primera mujer trans de su estado que pudo cambiar de identidad, después de más de cuatro años de lucha.

A lo largo de su trayectoria, esta defensora ha colaborado con diversos colectivos de la comunidad LGBTTIQ+, pero ha sido amenazada y agredida, especialmente desde que el año pasado anunció que se presentaría a las elecciones para la alcaldía de su municipio.

«Lo que hago como activista es dar visibilidad a la comunidad trans y luchar contra el estigma que la sociedad nos ha impuesto», explicó en la biblioteca del ICIP.

«Ser defensora, y vivir en México, es muy difícil. Como defensora de la comunidad trans, no hay acceso a la salud o a otras muchas cosas. Hay mucho machismo todavía. Yo sobreviví a un intento de femicidio. No hay justicia», explicó.

La defensora mexicana, de espalda para no ser reconocida, hablando al equipo del ICIP.

La tercera participante en este acto fue la colombiana Luz Marina Hache, líder sindical durante 45 años y víctima de desaparición forzada de su compañero, Eduardo Loffsner Torres.

Hache hizo un repaso histórico a algunos de los acontecimientos más destacados del conflicto colombiano ante el equipo del ICIP.

Una estancia de seis meses

Durante su estancia en Cataluña, las defensoras siguen un programa definido a partir de sus necesidades y preferencias, que incluye atención psicosocial, formación y sensibilización. Asimismo, desde el primer momento, se está trabajando para procurar un retorno seguro a su país de origen.

El programa está impulsado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, y colabora la Secretaría de Igualdad, Migraciones de la Generalitat.

La Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado es la entidad gestora del proyecto y las entidades que han presentado candidaturas en esta edición son la Asociación Catalana por la Paz, la Taula per Mèxic y el Colectivo Maloka.

El equipo del ICIP y las Defensoras de Derechos Humanos al finalizar el acto en la biblioteca.

El ICIP estrena una serie de podcasts sobre mujeres colombianas exiliadas y en la diáspora

El ICIP y el grupo internodal de género en apoyo a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición de Colombia han producido con Alharaca Radio Feminista ‘Semillantes’, una serie de cinco podcasts sobre mujeres colombianas exiliadas y en la diáspora.

Los podcasts se publicarán semanalmente los viernes de julio y nacen con el objetivo de mantener viva la memoria de las mujeres que se vieron obligadas a abandonar el país sudamericano por culpa del conflicto armado.

Según Sílvia Plana, responsable del proyecto en el ICIP, con estos podcasts “se busca visibilizar los principales impactos que han sufrido las mujeres que tuvieron que salir forzosamente de Colombia, así como reconocer los procesos resilientes y transformadores que han llevado a cabo desde el exterior. La idea de fondo es que sin la voz de las mujeres, la verdad no está completa”, comenta.

Los podcasts han sido producidos por Alharaca Radio Feminista, un proyecto que nació en abril de 2019 y que está hecho en su totalidad por mujeres.

Su web es una plataforma de micrófonos abiertos donde cualquier mujer puede participar. Actualmente cuentan con colaboradoras en Argentina, Colombia, México, España, Kazajistán, Uruguay, Estados Unidos, Chile e Indonesia.

Cinco capítulos que se complementan

El primer episodio de ‘Semillantes’ se estrena el viernes 2 de julio en la web del ICIP y en la de Alharaca Radio Feminista. El resto de capítulos llegarán los días 9, 16, 23 y 30 del mismo mes.

“En esos cinco podcasts, las mujeres participantes se entrecruzan, desde sus voces y aliento, llevándonos por recorridos, como su vida misma ha sido, con historias, experiencias, ritmos, saberes y emociones”, explican las responsables de la producción.

“Podemos aportar y continuar con la construcción de redes de apoyo y sororidad entre nosotras y contribuir a la divulgación y conocimiento del mandato de la Comisión de la Verdad de Colombia en Europa y del enfoque de género transversal”, añaden.

En los distintos episodios han participado mujeres colombianas que ahora residen en, Alemania, Argentina, Bélgica, Ecuador, España, Italia y Suecia.

Los capítulos también se pueden escuchar en una página especial de Alharaca Radio Feminista.

Comadres, collages y música

Los cinco capítulos se han dividido de la siguiente forma: dos especiales llamados ‘comadres’, dos collages sonoros y un especial musical.

Los capítulos ‘comadres’ recogen el encuentro entre dos mujeres que tienen cosas en común pero que no se conocen. En este caso, dos mujeres exiliadas que viven en distintos países y que conversan desde su experiencia.  

Los collages sonoros recogen las voces de distintas mujeres que hablan de su experiencia respondiendo una serie de preguntas abiertas.

Por último, el especial musical recoge la experiencia de distintas mujeres colombianas exiliadas que han optado por usar sus voces y componer canciones para narrar sus historias y caminos recorridos.

‘Semillantes’ ha sido posible gracias a la colaboración del grupo internodal de género en apoyo a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

Lanzamiento del documental ‘Reescribiendo el exilio’

Contribuir a que el exilio colombiano salga del anonimato. Este es el objetivo principal del documental Reescribiendo el exilio, un film producido por el ICIP y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición que ya se puede ver de forma gratuita en Internet.

En el corto, de 21 minutos, se entrecruzan las historias de hijos e hijas de exiliados colombianos que viven en diferentes países europeos y que, como consecuencia del conflicto armado colombiano, crecieron -o nacieron- en otros territorios y culturas.

El documental ha sido dirigido por Mónica Granda Restrepo, una realizadora y periodista colombiana exiliada en Suiza.

«El documental habla de ponerle palabras a este exilio. Realmente, lo que ha pasado en Colombia es que estas historias son desconocidas y han sido silenciadas, no sólo en el interior del país sino también en el exterior. En Colombia nadie sabe que tenemos exiliados y en el exterior, cuando yo digo que soy exiliada colombiana, la gente me mira con cara extraña. No se entiende muy bien por qué», apunta la directora.

Reescribiendo el exilio recoge los testimonios de Nicolás, Karim, Alejandra y Andrea y muestra imágenes grabadas en el encuentro de segundas generaciones realizado en Bilbao en 2019, en el marco del trabajo realizado por parte de la Comisión de la Verdad.

«Desde pequeños hemos tenido historias paralelas, pero diferentes. Es algo que no todo el mundo entiende. Durante el encuentro que se ve en el documental, conectamos como si nos conociéramos de toda la vida y muchos era la primera vez que nos veíamos. Ha sido un proceso largo y con mucha incertidumbre, pero gracias a estas experiencias brindadas por la Comisión de la Verdad hemos podido entender un poco más nuestra situación personal y la situación del pueblo colombiano», explica Nicolás Forero Rodríguez, uno de los jóvenes protagonistas del film.

El documental se presentó el 5 de junio en un acto a través de Internet en el que participaron la directora del film y varios integrantes del grupo de segundas generaciones en el exilio. Durante la presentación los jóvenes hablaron sobre el pasado, el presente y el futuro de los hijos e hijas de aquellas personas que tuvieron que salir forzosamente de Colombia.

El evento fue moderado por Silvia Plana, una de las responsables del área de trabajo Memoria, convivencia y reconciliación del ICIP. Se puede recuperar el canal de YouTube de la Comisión de la Verdad.

Reescribiendo el exilio ha sido posible gracias a la colaboración del ICIP, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y la Comisión de la Verdad de Colombia.

El ICIP organiza un taller de diálogo para jóvenes influyentes vinculados a diferentes partidos políticos y la sociedad civil

Un grupo de once jóvenes con cargos de responsabilidad en partidos políticos y organizaciones sociales han tomado parte en un taller de formación en capacidades de liderazgo organizado por el ICIP. El objetivo del taller ha sido fortalecer las capacidades de diálogo respetuoso desde la discrepancia.

En total, se han hecho cuatro sesiones de formación, de cuatro horas cada una, los días 14, 15, 21 y 22 de mayo. Han participado líderes de:

Según el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, «los retos políticos y sociales a nivel global requieren una nueva forma de entender los liderazgos y la capacidad de convivir en la discrepancia de forma constructiva». Herbolzheimer considera que «este ejercicio genera un tipo de conversaciones diferentes a la confrontación política habitual y ayuda a tomar conciencia sobre perspectivas diferentes a las propias».

Después de los cuatro días de actividades, el grupo ha valorado de forma muy positiva los talleres promovidos por el ICIP. «Han sido unas jornadas donde se han planteado diferentes conflictos internos, sociales y organizativos y mediante el trabajo individual y en grupo hemos podido desarrollar las capacidades de liderazgo idóneas para hacer frente a estos retos presentes y futuros», resume Olympia Arango, vicepresidenta de deba-t.org.

La formación se ha basado en la metodología del liderazgo adaptativo, desarrollada en la facultad de gobierno de la Universidad de Harvard. La propuesta convoca a un grupo de personas con perspectivas diversas, incluso enfrentadas, y los invita a participar en unos ejercicios de análisis, reflexión y práctica en tiempo real. Esto puede implicar conversaciones e ideas desafiantes que hagan reflexionar sobre valores y suposiciones profundamente arraigadas, y ganar claridad sobre cómo ampliar las opciones y capacidades de análisis e intervención en espacios y sistemas políticos. Uno de los retos más significativos para las personas participantes es presentar y someter a un análisis de grupo situaciones de liderazgo fallido.

Esta iniciativa ha sido promovida por el área de trabajo «Diálogo social y político» del ICIP, que tiene por objetivo ofrecer herramientas de análisis para la gestión y transformación de conflictos, con especial énfasis en la promoción del diálogo en Cataluña. En este ámbito el ICIP desarrolla diversas propuestas metodológicas con el objetivo de llegar a un mayor número de personas y organizaciones.

En la foto, de pie, de izquierda a derecha: Ignacio Rigau (Noves Generacions Catalunya), Laura Casado (Jovenes Ciudadanos), Mònica Pujadas (Creu Roja Joventut), Olympia Arango (deba-t.org), Biel López (La Forja) y Marçal Escartín (Jovent Republicà). Sentados, de izquierda a derecha: Álvaro Clapés-Saganyoles (Joventut Nacionalista de Catalunya), Daniel Martínez (Joventut Socialista de Catalunya), Pablo Jurado (Confluència Jove), Pilar Cortés (Avalot – UGT Jove) y Joan Jordi Abentín (F98).

El ICIP organiza en Lleida unos talleres para el reconocimiento a las víctimas del conflicto colombiano exiliadas en Cataluña

El ICIP, en colaboración con el Nido Cataluña de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia, ha organizado en Lleida, con el apoyo del Ayuntamiento, unos talleres para promover el reconocimiento a las víctimas del conflicto colombiano exiliadas en Cataluña. Estos talleres son una prueba piloto que se extenderá próximamente en Barcelona y que se espera poder adaptar en otros municipios de Cataluña y Europa.

Los talleres se realizaron en el Centro Cívico de Balàfia los días 24 de abril y 16 de mayo. El primero de los talleres fue un diálogo centrado en el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para las personas colombianas residentes en Cataluña. El segundo se centró en el reconocimiento, como una forma de visibilizar los impactos del conflicto armado colombiano y del proceso migratorio de las personas exiliadas y de contribuir a la dignificación de las víctimas.

Los talleres tienen como objetivo ofrecer un contexto general y herramientas suficientes para comprender y reconocer el sistema integral y los espacios de participación para víctimas en el exterior. «Buscan generar y fortalecer espacios de participación, diálogo y escucha entre la población exiliada y diáspora colombiana, organizaciones sociales y gobiernos locales que contribuyan a acciones de reconocimiento a las víctimas del conflicto armado colombiano», explica Ana Isabel Osorio, técnica del área de «Memoria, convivencia y reconciliación» del ICIP.

La actividad contó con la facilitación de María del Rosario Vásquez y Bibiana Lopera del Nido Cataluña de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia.

Más talleres en junio

Durante el mes de junio está previsto que se haga un tercer taller en Lleida. Después de este proceso participativo, el objetivo es que el pleno del Ayuntamiento de la capital del Segrià apruebe una moción institucional para visibilizar los impactos del conflicto armado colombiano y del proceso migratorio de las personas exiliadas y contribuir a la dignificación de las víctimas que tuvieron que huir de Colombia a causa del conflicto armado.

El mismo mes de junio también está previsto organizar otro de estos talleres en Barcelona. Todas estas actividades quieren fortalecer el diálogo entre actores locales (población colombiana, organizaciones sociales y academia y gobiernos locales), y contribuir a la difusión del informe final que la Comisión de la Verdad publicará a finales de este año.

El proceso de reconocimiento a las víctimas forma parte de las tareas que desempeña el ICIP como Secretaría Técnica de la Comisión de la Verdad de Colombia en Europa. Las actividades cuentan con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.