El Pleno del Parlamento de Cataluña ha nombrado este miércoles 12 de febrero a tres nuevos miembros de la Junta de Gobierno del ICIP entre los cinco candidatos presentados por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz.
De esta forma, por primera vez entran a formar parte del órgano de gobierno del ICIP Lurdes Vidal, exdirectora del Área de Mundo Árabe e Islámico del IEMED y profesora de Política Árabe en el IBEI, y Elena Jiménez-Botías, doctora en Ciencia Política por la Universidad de Barcelona. Por su parte, Marco Aparicio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Girona, renueva su mandato.
Con esta renovación de la Junta de Gobierno del ICIP finaliza su mandato Gemma Casal, antropóloga y profesora de la Universidad de Lleida, y la periodista e investigadora de CIDOB Carme Colomina.
La propuesta de los tres nuevos miembros fue aprobada por 99 votos a favor, 26 en contra y 6 abstenciones, en una votación secreta. Los tres candidatos han sido propuestos por los grupos del PSC-Units, Junts y ERC, de entre la lista de cinco miembros propuesta por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, para cubrir las vacantes actuales al fin de mandato. El Parlamento elige a siete de los diez miembros de la Junta de Gobierno del ICIP, que se renuevan parcialmente cada dos años y medio.
La Junta de Gobierno, de acuerdo con lo establecido en el artículo 6 de la ley 4/2007 de creación del ICIP, está integrada por diez miembros: siete escogidos por el Parlament de Catalunya y tres designados por el Govern de la Generalitat. En estos momentos está pendiente la renovación de los tres miembros designados por el Govern.
El auditorio del Parlament de Catalunya ha acogido este viernes 31 de enero la III Jornada de la Paz, una iniciativa de la mesa de la cámara organizada conjuntamente por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, Lafede.cat y el ICIP.
Con el título «Perspectivas africanas de paz: políticas y prácticas», la jornada ha sido seguida por más de doscientas personas, entre ellas una amplia representación de entidades e instituciones del movimiento por la paz y miembros de la diáspora africana. En el contexto convulso africano, un continente marcado por los conflictos armados y las relaciones coloniales, la jornada ha querido ser un espacio para reivindicar las experiencias africanas de construcción de paz y, al mismo tiempo, enriquecer el proceso de elaboración del proyecto Pla País de Pau, que debe culminar con la aprobación de una política pública de paz catalana.
Incluir las voces africanas en las políticas públicas
Precisamente con la mirada puesta en el Plan País de Pau, la jornada ha puesto de manifiesto la necesidad de escuchar, desde Catalunya, a las personas africanas en la diáspora e incluir sus voces y necesidades.
En este sentido, en la inauguración del acto, Remei Sipi, miembro de la Junta de Gobierno del ICIP y activista, ha enfatizado que «la paz no puede ser sostenible sino incluye todas las voces, especialmente las silenciadas», mientras que la copresidenta de Lafede.cat, Arés Perceval, también ha reivindicado la participación de la diáspora en las políticas públicas y la necesidad de que la política pública de paz sea antirracista.
Descolonizar y luchar contra el racismo
Otra cuestión de fondo de la jornada fueron las históricas relaciones coloniales con África y la responsabilidad internacional en los conflictos del continente.
En la conferencia inaugural, Florence N. Mpaayei, miembro del equipo Ad Hoc de Asesores Senior de Mediación, Género e Inclusión de Naciones Unidas, ha destacado que por la consecución de una paz estable en África hay que implicar “ tanto los actores internos como externos” y ha recordado que “las dinámicas de conflicto y paz en África están entrelazadas con el colonialismo histórico y las múltiples facetas complejas del imperialismo en África poscolonial”. Sin embargo, en su discurso ha hecho hincapié en diversas experiencias, innovadoras, de construcción de paz, mediación y reconciliación que han tenido lugar en diferentes contextos africanos, como por ejemplo en Sudáfrica, Ruanda, Kenia o Nigeria, y ha reivindicado el rol de la sociedad civil, y especialmente las mujeres y jóvenes, en los procesos de transformación.
El expolio de recursos naturales en África y la dependencia del continente también ha sido parte del debate de la primera mesa redonda de la jornada, que ha contado con las intervenciones de Sani Ladan, analista geopolítico y experto en relaciones internacionales y migraciones; Bombo Ndir, activista y defensora de los derechos humanos, y Jean-Bosco Botsho, presidente de la Asociación Africana y Catalana de Cooperación, AFRICAT.
Sani Ladan ha destacado que hay que «descolonizar las relaciones internacionales» y ha criticado las políticas de cooperación: «África es un actor con voz propia pero no se le escucha y la cooperación internacional al desarrollo se ha convertido en un instrumento de chantaje que crea dependencia”. Según Ladan es prioridad «establecer relaciones de igual a igual con África» y «escuchar las voces africanas». Por su parte, el activista Bombo Ndir, ha afirmado que «para construir paz todas las voces deben estar representadas» y ha reivindicado especialmente incluir las voces de las mujeres en los espacios de decisión.
Asimismo, tanto Ladan como Ndir han alertado sobre el «racismo sistémico» existente, «social e institucional» y los discursos de odio: «el racismo rompe la convivencia y la paz», ha denunciado Ndir. Precisamente, en el transcurso de la jornada, varias intervenciones han querido recordar al joven sin techo senegalés Bakari Diba, fallecido en el parque de la Ciutadella de Barcelona, junto al propio Parlament. Un caso que la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en Cataluña ha denunciado como ejemplo de la «violencia institucional» que sufren las personas migradas.
Por su parte, el presidente de la asociación AFRICAT, Jean-Bosco Botsho, ha destacado la importancia de poner el acento en la prevención de conflictos.
Intervención de los grupos parlamentarios
La segunda mesa se ha centrado en las relaciones Catalunya-África y ha contado con las intervenciones de cinco grupos políticos: Neus Comes, diputada del PSC; Ennatu Domingo, diputada de Junts; Adrià Guevara, secretario de Relaciones Internacional de ERC; Viviane Ogou, en representación de Comuns; y Pat Sillah, de la CUP.
Todos ellos han puesto de relieve la necesidad de incluir voces africanas en el futuro Plan País de Pau y han destacado la importancia de establecer una relación de igual a igual entre Cataluña y África y contar con la participación de actores locales.
Por último, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha cerrado la III Jornada de la Paz del Parlament, destacando la larga trayectoria de Cataluña en el fomento de la paz y como país de acogida. En un contexto convulso, marcado por los discursos de odio y la era de la posverdad, Rull ha afirmado que «defender la paz es un ejercicio de fortaleza colectiva que da sentido a la humanidad».
Durante más de cincuenta años, Angela Davis ha estado en la primera línea en movimientos feministas y por la abolición de las prisiones, así como en la lucha contra la violencia de estado y la opresión.
Abolició. Polítiques, pràctiques, promeses (Abolición. Políticas, prácticas, promesas) es el resultado de décadas de pensamiento en acción con la voluntad de seguir contribuyendo al debate sobre seguridad y prisiones. Unos trabajos que abordan la historia de la práctica y el pensamiento abolicionista de las prisiones en Estados Unidos y en todo el mundo, las contribuciones singulares de las mujeres en estas luchas, e historias y lecciones de organización dentro y fuera de los muros de las prisiones.
La obra condensa la trayectoria de quien se ha convertido en uno de los máximos referentes del movimiento abolicionista. Una lectura esencial para todo el mundo que imagine un mundo sin prisiones.
Traducido por Lola Fígols Fornell al catalán y con una ilustración de MilVietnams, este volumen recoge los textos más significativos de la activista y pensadora, ofreciendo una reflexión profunda e incisiva sobre la historia y el futuro del abolicionismo.
Una obra clave para entender el abolicionismo contemporáneo
Davis explora en Abolició la historia del pensamiento y la práctica abolicionista, destaca el papel fundamental de las mujeres en estas luchas y ofrece valiosas lecciones sobre organización colectiva. Sus escritos abordan temáticas diversas con una visión interseccional que combina género, clase y raza para analizar las estructuras represivas que nos impiden imaginar futuros socialistas y justos.
La reivindicación del abolicionismo: Davis propone imaginar nuevas formas de garantizar la salud y la seguridad públicas. Argumenta que la brutalidad policial, la detención de migrantes y el control carcelario requieren estrategias abolicionistas para construir un futuro más habitable.
Esclavitud y prisión: La autora analiza la continuidad entre la esclavitud y el sistema penitenciario moderno, centrándose en el sistema de alquiler de prisiones en Estados Unidos y cómo éste perpetúa estructuras racistas y capitalistas.
Racialización de la delincuencia: Davis examina cómo la criminalización de las comunidades negras ha sido históricamente utilizada para justificar el encarcelamiento masivo, independientemente de la culpabilidad o inocencia de las personas afectadas.
La perspectiva interseccional: El encarcelamiento no es sólo una cuestión racial o económica, sino también de género. Davis aborda la violencia institucionalizada contra las mujeres encarceladas, desde negligencias médicas hasta abusos sexuales, y analiza cómo las mujeres negras sufren de forma desproporcionada este sistema.
El complejo industrial penitenciario: El libro explora cómo el sistema penal estadounidense actúa como una industria que genera beneficios, perpetuando desigualdades estructurales y consolidando el control social.
Sobre la autora
Angela Yvonne Davis (1944, Birmingham, Alabama) es profesora emérita de Historia de la Conciencia y de Estudios Feministas en la Universidad de California, Santa Cruz (EE.UU.). Activista, escritora y académica, su obra se centra en las prisiones, la policía y las intersecciones entre la raza, el género y la clase.
Con más de cincuenta años de activismo, Angela Davis ha sido una figura clave en los movimientos contra la violencia de estado, el racismo y la opresión de género. Es autora de muchos libros, entre los cuales ¿Podemos abolir las cárceles? (2020) y Mujeres, raza y clase (2022).
Coedición del ICIP y Tigre de Paper
Abolició es resultado de la colaboración entre el ICIP y Tigre de Paper, con la voluntad de difundir la cultura de paz entre la sociedad catalana. Este título amplía el catálogo de publicaciones propias del ICIP, que abordan relacionadas con la cultura de paz y la noviolencia. Concretamente, la obra se enmarca en el área de trabajo “Alternativas de seguridad” desde la que el ICIP aborda el análisis del punitivismo y la cultura del castigo, con el propósito de profundizar en modelos de seguridad que permitan gestionar y transformar las violencias de forma más humana, justa y eficaz.
El ICIP ha apoyado activamente la celebración del Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas que ha tenido lugar en Ginebra (Suiza) los días 15 y 16 de enero, organizado por la Iniciativa por la Convención contra las Desapariciones Forzadas (CEDI) y las Naciones Unidas.
Una delegación del ICIP, encabezada por el director Kristian Herbolzheimer, ha participado en el evento, que ha reunido a organizaciones de la sociedad civil, incluidas asociaciones de familias, Estados, organismos internacionales y expertos, con el objetivo de acordar una estrategia común y un plan de acción para promover la ratificación y la implementación de la Convención contra las Desapariciones Forzadas y facilitar el diálogo intergubernamental.
El evento ha contado con el apoyo de numerosas instituciones, entre ellas el ICIP, que ha impulsado la visión de paz en la lucha contra las desapariciones. Este análisis parte de la línea de trabajo «Desapariciones Forzadas», que tiene el propósito de profundizar en la conceptualización del vínculo entre la lucha contra las desapariciones forzadas y la construcción de paz.
Concretamente, la labor del ICIP en esta temática se centra en el acompañamiento y apoyo a colectivos de familiares de personas desaparecidas y esto implica a la vez incorporar una perspectiva de género, ya que en la mayoría de los casos estos colectivos están encabezados por mujeres, que lideran las acciones de búsqueda.
En la ceremonia inaugural del Congreso, el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, ha destacado que “las personas que buscan familiares desaparecidos, con su reivindicación de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, son también promotoras y garantes de la paz y la democracia» y ha añadido que el ICIP tiene el compromiso de «seguir acompañando a las personas buscadoras, sobre todo mujeres» y difundir su reconocimiento como «constructoras de paz».
El ICIP también ha tomado la palabra en la sesión de clausura del Congreso. En este caso, la responsable de Alianzas Estratégicas, Sílvia Plana, ha puesto de relieve la necesidad de «construir redes y espacios de conexión entre colectivos de personas buscadoras» y ha reivindicado la necesidad de «movilizar a los estados y la sociedad civil» para fortalecer la lucha contra las desapariciones forzadas y adoptar una perspectiva de género. «Tenemos mucho que aprender de las mujeres buscadoras», ha afirmado.
La voz de las mujeres buscadoras de personas desaparecidas también ha sido protagonista en el Congreso, en la mesa redonda «Los impactos de las desapariciones forzadas en las mujeres», organizada por el ICIP y moderada por la técnica Sabina Puig. Han participado mujeres de Siria, Gambia, Filipinas, México y Perú, quienes, desde diferentes experiencias, han puesto de manifiesto la impunidad ante el fenómeno de las desapariciones forzadas y el doloroso camino para exigir justicia y conseguir la verdad.
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La labor del ICIP en el acompañamiento de mujeres buscadoras se inició en el Encuentro internacional de familiares de personas desaparecidas, organizado en noviembre de 2023 en Barcelona y que reunió a una veintena de mujeres, víctimas o familiares directos de desaparecidos.
Las experiencias de ese primer encuentro se han recogido en el Informe ICIP Conversaciones con mujeres buscadoras, elaborado por la investigadora de Baketik Maider Maraña.
Asimismo, el análisis del ICIP sobre el vínculo entre la lucha contra las desapariciones y la construcción de paz se ha recogido en la nota conceptualAportaciones de la mujeres buscadoras en la construcción de paz, elaborada por Sílvia Plana y Sabina Puig , y presentada en el Congreso de Ginebra.
Este mes de enero el ICIP ha abierto la convocatoria del Premio ICIP Construcción de Paz 2025, que tiene como objetivo galardonar y reconocer públicamente personas, entidades o instituciones que han trabajado y han contribuido de una manera destacada y dilatada en el fomento y la construcción de la paz
Es la demimocuarta edición del galardón y la convocatoria estará vigente hasta el 14 de abril de 2025.
El Premio ICIP Construcción de Paz tiene una dotación económica de 6.000 euros y consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, artista y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta del Sol.
Pueden optar al galardón personas o colectivos de todo el mundo con una vasta trayectoria en la construcción y el fomento de la paz. La presentación de solicitudes se enviará preferiblemente por vía electrónica a través del portal de Trámites de la Generalitat de Catalunya. También se pueden presentar candidaturas presencialmente a cualquier registro de la Generalitat de Catalunya.
Personas y colectivos premiados
En anteriores ediciones, el jurado ha galardonado personas y colectivos a nivel internacional: el activista e investigador Vicenç Fisas (2024), las asociaciones Mujeres víctimas de la guerra de Bosnia y Hercegovina y Niños olvidados de la guerra (2023), el tejido asociativo del País Vasco en favor de la paz (2022), la activista congoleña Julienne Lusenge (2020), el Colectivo de Familias de Personas Desaparecidas en Argelia (2019), la organización mexicana Cauce Ciudadano (2018), el activista Arcadi Oliveres (2017), la ONG Brigadas Internacionales de Paz (2016), el padre capuchino Joan Botam (2015), la organización WILPF (2014), el exgeneral Jovan Divjak (2013), las Madres de Soacha (2012), y la lucha de objetores e insumisos simbolizados Pepe Beúnza (2011). El año 2011 también se reconoció con una edición extraordinaria del premio el Parlament de Catalunya.
El ICIP ha rendido cuentas al Parlamento con la comparecencia del presidente y el director, Xavier Masllorens y Kristian Herbolzheimer respectivamente, ante la Comisión de Unión Europea y Acción Exterior. Lo han hecho este jueves pasado, 21 de noviembre, y les ha servido para explicar el proyecto estratégico del ICIP de cara a los próximos años y presentar la Memoria de Actividades ICIP 2023. La comparecencia ha servido para poner en valor el Instituto en un contexto social, económico y político marcado por las tensiones y la polarización.
Objectivos estratégicos
El presidente del ICIP, Xavier Masllorens, ha enumerado algunas de las actividades desplegadas en el 2023 para centrarse después en el Plan Estratégico 2024-2028. «Nos planteamos un horizonte 2028 con ambición —dice— porque los retos a que nos enfrentamos son críticos». Entre los siete ámbitos que trabajará la institución, Masllorens se ha comprometido a contribuir a que Cataluña sea un hub mundial de fomento de la paz. También a impulsar un Observatorio de cultura de paz y a consolidar el trabajo de diálogo y mediación entre actores políticos, a escala, local e internacional.
También ha recordado la vocación de devenir referencia para los medios de comunicación en los ámbitos de actuación del ICIP, incrementar el impacto por toda Cataluña, aportar conocimiento teórico y práctico que influya en las iniciativas y políticas de fomento de la paz, tanto en Cataluña como en el ámbito internacional. El presidente del ICIP espera también integrar la institución en una Casa de la Paz, un equipamiento físico que se convierta en referencia internacional, con una biblioteca especializada y espacios para desarrollar actividades abiertas al público.
Conversaciones de mediación
Kristian Herbolzheimer, en el turno de réplica a las intervenciones de los grupos políticos, ha recordado que el ICIP tiene un papel clave en procesos de paz a nivel internacional. Para el director del Institut, a instancias del ICIP Catalunya puede acoger conversaciones de mediación gracias a su condición de instituto público pero independiente, que no compromete la diplomacia formal. Sin embargo, la mediación es incompatible con la denuncia y con la publicidad. Para trabajar en este ámbito el ICIP requiere de la confianza de las instituciones públicas para llevar a cabo una tarea que por su naturaleza es confidencial y de resultado incierto.
Herbolzheimer subraya asimismo la importancia de adoptar un enfoque de curiosidad, respeto y autocrítica para combatir los discursos de odio y la polarización tóxica.
En el turno de intervenciones, los portavoces de los distintos grupos parlamentarios han valorado el trabajo del ICIP y han destacado de forma unánime la necesidad de trabajar para el fomento de la cultura de paz.
La organización Build Up, que organiza anualmente la conferencia internacional Build Peace, ha escogido la candidatura de Barcelona, propuesta por el ICIP, para celebrar la edición del año 2025. Se trata de una conferencia interdisciplinar que explora los retos para la paz en la era digital, y las innovaciones y metodologías emergentes en este ámbito.
El ICIP ha participado en las tres últimas ediciones de Build Peace, celebradas en Alemania (2022), Kenia (2023) y Filipinas (2024), y se ha postulado para organizar el acontecimiento el año 2025, con el objetivo de reunir en Cataluña personas, entidades e instituciones que promueven la construcción de paz desde el espacio digital, para compartir experiencias y avanzar en el uso de la tecnología, las artes y otras innovaciones para la construcción de la paz y la transformación positiva de los conflictos.
La Build Peace 2025 tendrá lugar los días 21, 22 y 23 de noviembre del próximo año en el centro cultural La CIBA, de Santa Coloma de Gramenet, un espacio municipal de recursos para mujeres, innovación y economía feminista. El anuncio de la candidatura ganadora se ha hecho este mes de noviembre en la sesión de clausura de la Build Peace 2024 celebrada a Antipolo, en las afueras de Manila. La edición de 2025 aspira a renovar el éxito de los años anteriores y superar las 300 inscripciones, con participación de personas de todo el mundo.
Anuncio de la celebración de la conferencia Build Peace 2025 en Barcelona:
Participación del ICIP en la Build Peace 2024
La Build Peace 2024 se ha celebrado los días 14, 15 y 16 de noviembre con el lema «Pushing Frontiers, From the Ground Up». En esta ocasión, Build Up ha contado con la coorganización del Council for Climate and Conflict Action, y la conferencia ha sido centrada en experiencias de diálogo y mediación, y en los conflictos derivados del cambio climático y en las iniciativas, locales e internacionales, para hacer frente.
El ICIP ha participado activamente en la conferencia con dos propuestas: una ponencia sobre las experiencias de mediación en el conflicto de la región autónoma de Mindanao, en Filipinas, a cargo del director del ICIP, Kristian Herbolzheimer; y una sesión de trabajo sobre la experiencia de diálogo a través del proyecto Ágora, a cargo del responsable del área «Diálogo social y político» del ICIP, Pablo Aguiar.
Durante tres días, la conferencia ha permitido reflexionar sobre la relación entre tecnología y conflicto, con una especial atención, por ejemplo, al desarrollo de la inteligencia artificial y a los retos que supone, o al impacto que tienen las herramientas digitales, en concreto las redes sociales, en los procesos de paz tradicionales y en los espacios de diálogo y mediación. En las diferentes sesiones de trabajo se ha puesto de manifiesto que la paz se construye con y desde las comunidades locales, y que las herramientas digitales (online) son complementarias al trabajo en red e interpersonal (offline).
Entre los días 6 y 10 de noviembre 2024 se ha celebrado en la Sierra Norte de Oaxaca, México, la reunión anual de la Plataforma para la Construcción de Paz en México, una articulación que reúne a treinta organizaciones mexicanas e internacionales que trabajan para la construcción de paz en México. El ICIP forma parte de la Plataforma desde sus inicios y su participación se enmarca en el área temática «Violencias fuera de contextos bélicos» y, concretamente, en el trabajo sobre México iniciado en 2018.
La Plataforma es un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias a partir del cual se quiere formular un diagnóstico compartido sobre la grave y compleja situación de violencias que vive el país y plantear posibles respuestas desde una perspectiva de construcción de paz. espacio de análisis ha sido precisamente el punto más importante de la agenda del encuentro. Confluyeron miradas locales (Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México y Chihuahua) con perspectivas nacionales, latinoamericanas, europeas y globales. No ha faltado tampoco un análisis binacional (EEUU-México), coincidiendo precisamente con la semana en la que Donald Trump ha ganado las elecciones estadounidenses.
En base a los análisis de contexto ya una profunda reflexión estratégica sobre las capacidades y oportunidades para la paz en México, la Plataforma ha definido su plan de trabajo interno para 2025. El encuentro también ha servido para fortalecer los vínculos entre las organizaciones de paz que han participado, unas organizaciones que a diario se enfrentan – a veces en la propia piel – al embate de la violencia criminal, la deslegitimación por parte de las autoridades locales y federales y la desatención internacional. A fin de cuentas, México es una democracia, se sitúa en el número 12 del ranking de las economías mundiales y, formalmente, no está en guerra.
Una particularidad importante de la reunión de este año es que se ha combinado con un encuentro de jóvenes activistas de todo el país, propiciando así un diálogo intergeneracional que no sólo ha permitido al grupo de jóvenes familiarizarse con la sólida trayectoria histórica de las iniciativas de paz mexicanas, sino que también ha enriquecido las discusiones de la Plataforma con perspectivas que no se han abordado con suficiente profundidad hasta ahora. Entre las preocupaciones que los jóvenes han puesto sobre la mesa destacan cuestiones relacionadas con las violencias en el ámbito doméstico, los derechos sexuales y reproductivos, las limitadas perspectivas de futuro y la salud mental.
Pese a reconocer el legado de los ancestros y el valioso trabajo de los mayores de sus respectivas comunidades, el grupo de jóvenes también ha apuntado el hecho de que a menudo sienten que tanto en sus entornos más cercanos como en los movimientos sociales se siguen dinámicas demasiado adultocéntricas y que sus perspectivas, inquietudes y maneras de hacer no tienen suficiente cabida. Diálogos como el que se han realizado estos días en la Sierra Norte han permitido tener conversaciones necesarias para avanzar hacia una visión de paz más integral y crear puentes entre varias generaciones de activistas por la paz que no siempre coinciden en los espacios de reflexión y acción.
Durante el encuentro, los participantes han reivindicado justicia por la muerte del Padre Marcelo, defensor de los derechos humanos y constructor de paz asesinado el pasado 20 de octubre en San Cristóbal De Las Casas, Chiapas. También han exigido la presentación con vida de la defensora Ayuuk Sandra Domínguez Martínez, de Oaxaca, que está desaparecida desde el 4 de octubre tras recibir numerosas amenazas a causa de su activismo.
La Junta de Gobierno del ICIP ha renovado el Plan Estratégico de la institución para los próximos cuatro años, un documento que fija los objetivos y retos de futuro de las diferentes líneas de actuación de la entidad, la visión de paz y el método de trabajo que singulariza el CIP.
El documento “El ICIP, una entidad bisagra. Plan Estratégico 2024-2028” parte de la premisa de que el ICIP es una entidad singular, frontera entre los espacios institucional y social, entre el ámbito local y el global. Una institución que apoya al conjunto de actores sociales, institucionales, académicos y culturales que trabajan para construir sociedades más justas y menos violentas, en Cataluña y en el mundo, y que trabaja para conseguir que Cataluña desarrolle las capacidades necesarias para hacer frente a las múltiples crisis de paz y seguridad globales, y que se convierta, cada vez más, en un referente en políticas públicas e iniciativas de fomento de la paz.
El Plan Estratégico define el Método ICIP, es decir, los propósitos que marcan las diferentes actuaciones del ICIP, ya sea de los campos de Investigación, Divulgación y de Acción:
El documento también recoge los Ejes estratégicos del ICIP y los objetivos de cada uno de ellos (Cultura organizativa; Estructura institucional; Actuación innovadora; Ecosistema de fomento de la paz; Comunicación y divulgación), y fija el Horizonte para 2028, es decir, las metas claves para los próximos cuatro años. Entre estas, se fija el objetivo de contribuir a hacer de Cataluña un hub mundial para el fomento de la paz, integrar el ICIP en una Casa de la Paz, e impulsar un Observatorio de Fomento de la Paz. Para alcanzar las distintas metas, el ICIP se propone consolidar el equipo con más personal y diversificar ingresos.
Aquest mes de novembre arriba a les llibreries un nou títol de la col·lecció «Clàssics de la pau i de la noviolència«, coeditada per l’ICIP i Angle editorial. Es tracta del llibre Arxiu dels infants perduts, de l’escriptora mexicana Valeria Luiselli, traduït al català per Elisabet Ràfols Sagués.
A cavall de la literatura del viatge i la de l’èxode, Valeria Luiselli ha escrit una obra emotiva, commovedora i plena de capes —on tot és l’eco d’alguna altra veu— sobre la fragilitat dels vincles familiars, sobre com documentem i assimilem les nostres experiències i sobre què significa ser humà en un món injust i desigual.
Una parella amb dos fills de cinc i deu anys creua els Estats Units amb cotxe. Els dos són documentalistes i van de Nova York a Arizona. El seu destí: Apacheria, l’últim territori habitat pels apatxes, la tribu que està estudiant el pare. La mare, en canvi, està interessada en els milers de nens migrants que, sols i amb escàs suport, creuen la frontera mexicana is’endinsen perillosament en el desert estatunidenc en busca d’asil.
Mentre travessen els canviants paisatges americans, de motel de carretera en motel de carretera, els pares s’adonen que una esquerda s’està obrint entre ells. Al seient del darrere, els dos fills juguen, canten i van escoltant les converses dels seus pares i les notícies, fins que, en la seva imaginació, la crisi migratòria i el genocidi dels indis s’entremesclen i els impulsen a iniciar una aventura de final incert.
L’autora, Valeria Luiselli
(Ciutat de Mèxic, 1983) Com que el seu pare era diplomàtic, va passar la infància entre Corea del Sud, Sud-àfrica i l’Índia. Va viure alguns anys de joventut a Barcelona. Escriu en castellà i anglès i és la veu més destacada dels escriptors que tracten els conflictes i contradiccions de la identitat híbrida entre l’Amèrica Llatina i els Estats Units. Traduïda a més de vint llengües, Luiselli ha guanyat dos Los Angeles Times Prize, el Dublin Literary Award, la Medalla Carnegie a l’excel·lència en ficció I l’American Book Award, i ha estat finalista del National Book Critics Circle Award, el Kirkus Prize i el Booker Prize. És col·laboradora habitual de The New York Times, Granta, The Guardian i El País. Viu a Nova York.
La traductora, Elisabet Ràfols Sagués
Filòloga barcelonina que des dels anys noranta es dedica professionalment a la traducció literària. Ha traduït John le Carré, Anthony Burgess, Julian Barnes, Patricia Highsmith i Alan Bennett, entre altres. Des que viu al Canadà ha traduït molt per al teatre, tant a quatre mans per dur la dramatúrgia catalana al Canadà, ja sigui al francès o a l’anglès, com en solitari amb obres de Carole Fréchette o Marie Clements, entre altres.
Este otoño ha empezado la quinta edición del proyecto Àgora, un espacio de promoción del diálogo y la escucha entre personas de diferentes orígenes y bagajes, y con posicionamientos ideológicos alejados, a menudo confrontados.
Se trata de una iniciativa impulsada por el ICIP, el Centro de Estudios de Temas Contemporáneos y la Fundación Lluís Coromina, con la colaboración de la Casa de los Clàssics, que tiene por objetivo poner en valor el diálogo como herramienta para reconducir y transformar conflictos, establecer relaciones de confianza y, de esta manera, contribuir a fortalecer la convivencia, la cohesión social y, en última instancia, la democracia.
A través de la lectura compartida de textos clásicos, personas provenientes de los ámbitos económico, político y social de Cataluña se reúnen en varias sesiones con el fin de reflexionar sobre los retos políticos y sociales que condicionan la actualidad en nuestro país y a nivel global. Cada sesión es conducida por un profesional y parte de una lectura: De la ira, de Séneca; La amistad, de Cicerón; y los “Discursos de Tucídides”, de La historia de la guerra del Peloponeso.
En esta edición participan diecinueve personas, once hombres y ocho mujeres, seleccionadas previamente: Joan Casanovas, Julián Claramunt, Rahmata Dem Nje, Ennatu Domingo, Cristina Figueras, Ismael Garcia, Marina Gay, Tomàs Gil, Elsa Hermida, Oriol Martínez Alòs, Lluís Nacenta, Ismael Peña-López, Aina Pedret, Ferran Piqué, Maya Riera, David Serrano, Mostafà Shaimi, Francesc Trillas y Pau Vall.
Las personas participantes en las ediciones previas hacen una muy buena valoración de la iniciativa, que -según explican- les ha permitido escuchar en espacios seguros, con matices, establecer confianza y diálogos constructivos, revisar los propios planteamientos y buscar mecanismos de superación de las diferencias.
El proyecto Àgora se enmarca en el área de trabajo “Diálogo social y político” del ICIP. Su coordinador, Pablo Aguiar, considera que “es un ejercicio que permite la despolarización, muy necesario en el contexto actual en el cual el debate público está muy deteriorado y en qué tenemos carencias a la hora de escuchar ideas y posicionamientos diferentes a los propios”.
Hasta la actualidad se han organizado cuatro ediciones del proyecto, cada una de ellas con un grupo estable de veinte personas. Este vídeo es un resumen de la cuarta edición de Àgora, celebrada la primavera del 2024.
El Comité Nobel ha otorgado el Premio Nobel de la Paz 2024 a la organización japonesa Nihon Hidankyo, un movimiento creado por personas supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, conocidas como “hibakusha”, que lucha contra el uso de las armas nucleares y para concienciar sobre los impactos catastróficos del armamento nuclear.
En un contexto de crecimiento de la carrera armamentista global y de proliferación nuclear, este premio Nobel de la Paz es un mensaje de atención a la comunidad internacional para frenar la carrera nuclear.
«Estratégicamente la decisión del Comité Noruego Nobel es muy acertada», afirma el director del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), Kristian Herbolzheimer, porque el reconocimiento envía un mensaje global a las principales potencias que desarrollan armamento nuclear y que han amenazado con el uso de éstas armas. “El Premio Nobel de la Paz 2024 no se fija en una región concreta, como puede ser la guerra en Gaza o la invasión de Ucrania, sino que ante la peligrosa escalada militar global el galardón quiere ser un toque de atención para la comunidad internacional, un mensaje hacia Israel, Irán, Rusia y también Estados Unidos”.
«Nos encontramos en una paradoja en la que si bien ha crecido la conciencia ciudadana sobre la necesidad de eliminar las armas nucleares, también crece el desarrollo de la industria nuclear y la escalada militar puede tener consecuencias imprevisibles» explica el director del ICIP. En este contexto, el ICIP defiende la necesidad de andar hacia una seguridad común, basada en el diálogo y la cooperación internacional.
Hacia la prohibición global de las armes nucleares
La prohibición global del armamento nuclear queda recogida en el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que se aprobó en 2017 por Naciones Unidas y entró en vigor en 2021, fruto de la presión de numerosas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas las personas supervivientes de las bombas atómicas en Japón. Hasta la actualidad han firmado el tratado 94 Estados; entre ellos no figura el Estado español ni las principales potencias que disponen de armamento nuclear.
El TPAN obliga a los Estados Partes a no desarrollar, ensayar, fabricar, adquirir, poseer, transferir, almacenar y usar armamento nuclear. También obliga a los Estados Partes posesores de armas nucleares a desactivarlas de inmediato, a destruirlas lo antes posible ya eliminar sus programas nucleares.
Actualmente, nueve países tienen armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel. Según datos de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) en 2023 los Estados con armas nucleares se gastaron un total de 86.000 millones de dólares, siendo Estados Unidos, el país que más gastó con arsenal nuclear, 51.000 millones, seguido de China con un gasto de 11.800 millones y Rusia con 8.300 millones.