El ICIP ha rendido cuentas al Parlamento con la comparecencia del presidente y el director, Xavier Masllorens y Kristian Herbolzheimer respectivamente, ante la Comisión de Unión Europea y Acción Exterior. Lo han hecho este jueves pasado, 21 de noviembre, y les ha servido para explicar el proyecto estratégico del ICIP de cara a los próximos años y presentar la Memoria de Actividades ICIP 2023. La comparecencia ha servido para poner en valor el Instituto en un contexto social, económico y político marcado por las tensiones y la polarización.
Objectivos estratégicos
El presidente del ICIP, Xavier Masllorens, ha enumerado algunas de las actividades desplegadas en el 2023 para centrarse después en el Plan Estratégico 2024-2028. «Nos planteamos un horizonte 2028 con ambición —dice— porque los retos a que nos enfrentamos son críticos». Entre los siete ámbitos que trabajará la institución, Masllorens se ha comprometido a contribuir a que Cataluña sea un hub mundial de fomento de la paz. También a impulsar un Observatorio de cultura de paz y a consolidar el trabajo de diálogo y mediación entre actores políticos, a escala, local e internacional.
También ha recordado la vocación de devenir referencia para los medios de comunicación en los ámbitos de actuación del ICIP, incrementar el impacto por toda Cataluña, aportar conocimiento teórico y práctico que influya en las iniciativas y políticas de fomento de la paz, tanto en Cataluña como en el ámbito internacional. El presidente del ICIP espera también integrar la institución en una Casa de la Paz, un equipamiento físico que se convierta en referencia internacional, con una biblioteca especializada y espacios para desarrollar actividades abiertas al público.
Conversaciones de mediación
Kristian Herbolzheimer, en el turno de réplica a las intervenciones de los grupos políticos, ha recordado que el ICIP tiene un papel clave en procesos de paz a nivel internacional. Para el director del Institut, a instancias del ICIP Catalunya puede acoger conversaciones de mediación gracias a su condición de instituto público pero independiente, que no compromete la diplomacia formal. Sin embargo, la mediación es incompatible con la denuncia y con la publicidad. Para trabajar en este ámbito el ICIP requiere de la confianza de las instituciones públicas para llevar a cabo una tarea que por su naturaleza es confidencial y de resultado incierto.
Herbolzheimer subraya asimismo la importancia de adoptar un enfoque de curiosidad, respeto y autocrítica para combatir los discursos de odio y la polarización tóxica.
En el turno de intervenciones, los portavoces de los distintos grupos parlamentarios han valorado el trabajo del ICIP y han destacado de forma unánime la necesidad de trabajar para el fomento de la cultura de paz.
La organización Build Up, que organiza anualmente la conferencia internacional Build Peace, ha escogido la candidatura de Barcelona, propuesta por el ICIP, para celebrar la edición del año 2025. Se trata de una conferencia interdisciplinar que explora los retos para la paz en la era digital, y las innovaciones y metodologías emergentes en este ámbito.
El ICIP ha participado en las tres últimas ediciones de Build Peace, celebradas en Alemania (2022), Kenia (2023) y Filipinas (2024), y se ha postulado para organizar el acontecimiento el año 2025, con el objetivo de reunir en Cataluña personas, entidades e instituciones que promueven la construcción de paz desde el espacio digital, para compartir experiencias y avanzar en el uso de la tecnología, las artes y otras innovaciones para la construcción de la paz y la transformación positiva de los conflictos.
La Build Peace 2025 tendrá lugar los días 21, 22 y 23 de noviembre del próximo año en el centro cultural La CIBA, de Santa Coloma de Gramenet, un espacio municipal de recursos para mujeres, innovación y economía feminista. El anuncio de la candidatura ganadora se ha hecho este mes de noviembre en la sesión de clausura de la Build Peace 2024 celebrada a Antipolo, en las afueras de Manila. La edición de 2025 aspira a renovar el éxito de los años anteriores y superar las 300 inscripciones, con participación de personas de todo el mundo.
Anuncio de la celebración de la conferencia Build Peace 2025 en Barcelona:
Participación del ICIP en la Build Peace 2024
La Build Peace 2024 se ha celebrado los días 14, 15 y 16 de noviembre con el lema «Pushing Frontiers, From the Ground Up». En esta ocasión, Build Up ha contado con la coorganización del Council for Climate and Conflict Action, y la conferencia ha sido centrada en experiencias de diálogo y mediación, y en los conflictos derivados del cambio climático y en las iniciativas, locales e internacionales, para hacer frente.
El ICIP ha participado activamente en la conferencia con dos propuestas: una ponencia sobre las experiencias de mediación en el conflicto de la región autónoma de Mindanao, en Filipinas, a cargo del director del ICIP, Kristian Herbolzheimer; y una sesión de trabajo sobre la experiencia de diálogo a través del proyecto Ágora, a cargo del responsable del área «Diálogo social y político» del ICIP, Pablo Aguiar.
Durante tres días, la conferencia ha permitido reflexionar sobre la relación entre tecnología y conflicto, con una especial atención, por ejemplo, al desarrollo de la inteligencia artificial y a los retos que supone, o al impacto que tienen las herramientas digitales, en concreto las redes sociales, en los procesos de paz tradicionales y en los espacios de diálogo y mediación. En las diferentes sesiones de trabajo se ha puesto de manifiesto que la paz se construye con y desde las comunidades locales, y que las herramientas digitales (online) son complementarias al trabajo en red e interpersonal (offline).
Entre los días 6 y 10 de noviembre 2024 se ha celebrado en la Sierra Norte de Oaxaca, México, la reunión anual de la Plataforma para la Construcción de Paz en México, una articulación que reúne a treinta organizaciones mexicanas e internacionales que trabajan para la construcción de paz en México. El ICIP forma parte de la Plataforma desde sus inicios y su participación se enmarca en el área temática «Violencias fuera de contextos bélicos» y, concretamente, en el trabajo sobre México iniciado en 2018.
La Plataforma es un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias a partir del cual se quiere formular un diagnóstico compartido sobre la grave y compleja situación de violencias que vive el país y plantear posibles respuestas desde una perspectiva de construcción de paz. espacio de análisis ha sido precisamente el punto más importante de la agenda del encuentro. Confluyeron miradas locales (Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México y Chihuahua) con perspectivas nacionales, latinoamericanas, europeas y globales. No ha faltado tampoco un análisis binacional (EEUU-México), coincidiendo precisamente con la semana en la que Donald Trump ha ganado las elecciones estadounidenses.
En base a los análisis de contexto ya una profunda reflexión estratégica sobre las capacidades y oportunidades para la paz en México, la Plataforma ha definido su plan de trabajo interno para 2025. El encuentro también ha servido para fortalecer los vínculos entre las organizaciones de paz que han participado, unas organizaciones que a diario se enfrentan – a veces en la propia piel – al embate de la violencia criminal, la deslegitimación por parte de las autoridades locales y federales y la desatención internacional. A fin de cuentas, México es una democracia, se sitúa en el número 12 del ranking de las economías mundiales y, formalmente, no está en guerra.
Una particularidad importante de la reunión de este año es que se ha combinado con un encuentro de jóvenes activistas de todo el país, propiciando así un diálogo intergeneracional que no sólo ha permitido al grupo de jóvenes familiarizarse con la sólida trayectoria histórica de las iniciativas de paz mexicanas, sino que también ha enriquecido las discusiones de la Plataforma con perspectivas que no se han abordado con suficiente profundidad hasta ahora. Entre las preocupaciones que los jóvenes han puesto sobre la mesa destacan cuestiones relacionadas con las violencias en el ámbito doméstico, los derechos sexuales y reproductivos, las limitadas perspectivas de futuro y la salud mental.
Pese a reconocer el legado de los ancestros y el valioso trabajo de los mayores de sus respectivas comunidades, el grupo de jóvenes también ha apuntado el hecho de que a menudo sienten que tanto en sus entornos más cercanos como en los movimientos sociales se siguen dinámicas demasiado adultocéntricas y que sus perspectivas, inquietudes y maneras de hacer no tienen suficiente cabida. Diálogos como el que se han realizado estos días en la Sierra Norte han permitido tener conversaciones necesarias para avanzar hacia una visión de paz más integral y crear puentes entre varias generaciones de activistas por la paz que no siempre coinciden en los espacios de reflexión y acción.
Durante el encuentro, los participantes han reivindicado justicia por la muerte del Padre Marcelo, defensor de los derechos humanos y constructor de paz asesinado el pasado 20 de octubre en San Cristóbal De Las Casas, Chiapas. También han exigido la presentación con vida de la defensora Ayuuk Sandra Domínguez Martínez, de Oaxaca, que está desaparecida desde el 4 de octubre tras recibir numerosas amenazas a causa de su activismo.
La Junta de Gobierno del ICIP ha renovado el Plan Estratégico de la institución para los próximos cuatro años, un documento que fija los objetivos y retos de futuro de las diferentes líneas de actuación de la entidad, la visión de paz y el método de trabajo que singulariza el CIP.
El documento “El ICIP, una entidad frontera. Plan Estratégico 2024-2028” parte de la premisa de que el ICIP es una entidad singular, frontera entre los espacios institucional y social, entre el ámbito local y el global. Una institución que apoya al conjunto de actores sociales, institucionales, académicos y culturales que trabajan para construir sociedades más justas y menos violentas, en Cataluña y en el mundo, y que trabaja para conseguir que Cataluña desarrolle las capacidades necesarias para hacer frente a las múltiples crisis de paz y seguridad globales, y que se convierta, cada vez más, en un referente en políticas públicas e iniciativas de fomento de la paz.
El Plan Estratégico define el Método ICIP, es decir, los propósitos que marcan las diferentes actuaciones del ICIP, ya sea de los campos de Investigación, Divulgación y de Acción:
Ponemos en el centro a las víctimas y a los colectivos minorizados Quien más sufre las injusticias tiene que poder tener protagonismo en evitar nuevas injusticias en un marco de respeto a los derechos humanos.
Actuamos desde los cuidados en nuestras relaciones Hay que ser coherentes entre los objetivos y los métodos de trabajo. Una de las dimensiones de esta coherencia consiste en poner en el centro los cuidados, tanto en nuestras relaciones internas como externas, con los agentes con quienes trabajamos.
Promovemos el diálogo entre personas y organizaciones con perspectivas diferentes Apostar por el diálogo requiere lo que llamamos “actitudes de CURA ”: CUriosidad para entender las razones de quien piensa de otra forma; Respeto hacia todas las personas, independientemente de sus posiciones; Autocrítica, porque nadie tiene la verdad absoluta.
Actuamos para el cambio con una visión transformadora a nivel local y global Los retos de la construcción de paz son globales, con expresiones singulares en cada contexto. Hay que ser justas y solidarias en el ámbito global y también coherentes para transformar la propia sociedad.
Promovemos el pensamiento crítico, la innovación y la tensión creativa Hay que salir de nuestro espacio de confort, plantear preguntas y establecer relaciones que pueden ser incómodas para encontrar nuevas narrativas.
Nos inspiramos en las perspectivas del feminismo, ecologismo, decolonialismo y defensa de los derechos humanos Compartimos la necesidad de transformar las relaciones de poder injustas.
Tejemos alianzas y promovemos la participación con y entre actores sociales, institucionales, académicos y culturales La transformación que queremos es inclusiva, plural y radical. Por ello, cuanto más amplias y diversas sean las colaboraciones, más poder transformador podrán tener.
Somos un servicio público Tenemos un compromiso con el conjunto de la sociedad, desde la plena independencia de actuación y al servicio colectivo y comunitario.
El documento también recoge los Ejes estratégicos del ICIP y los objetivos de cada uno de ellos (Cultura organizativa; Estructura institucional; Actuación innovadora; Ecosistema de fomento de la paz; Comunicación y divulgación), y fija el Horizonte para 2028, es decir, las metas claves para los próximos cuatro años. Entre estas, se fija el objetivo de contribuir a hacer de Cataluña un hub mundial para el fomento de la paz, integrar el ICIP en una Casa de la Paz, e impulsar un Observatorio de Fomento de la Paz. Para alcanzar las distintas metas, el ICIP se propone consolidar el equipo con más personal y diversificar ingresos.
Aquest mes de novembre arriba a les llibreries un nou títol de la col·lecció «Clàssics de la pau i de la noviolència«, coeditada per l’ICIP i Angle editorial. Es tracta del llibre Arxiu dels infants perduts, de l’escriptora mexicana Valeria Luiselli, traduït al català per Elisabet Ràfols Sagués.
A cavall de la literatura del viatge i la de l’èxode, Valeria Luiselli ha escrit una obra emotiva, commovedora i plena de capes —on tot és l’eco d’alguna altra veu— sobre la fragilitat dels vincles familiars, sobre com documentem i assimilem les nostres experiències i sobre què significa ser humà en un món injust i desigual.
Una parella amb dos fills de cinc i deu anys creua els Estats Units amb cotxe. Els dos són documentalistes i van de Nova York a Arizona. El seu destí: Apacheria, l’últim territori habitat pels apatxes, la tribu que està estudiant el pare. La mare, en canvi, està interessada en els milers de nens migrants que, sols i amb escàs suport, creuen la frontera mexicana is’endinsen perillosament en el desert estatunidenc en busca d’asil.
Mentre travessen els canviants paisatges americans, de motel de carretera en motel de carretera, els pares s’adonen que una esquerda s’està obrint entre ells. Al seient del darrere, els dos fills juguen, canten i van escoltant les converses dels seus pares i les notícies, fins que, en la seva imaginació, la crisi migratòria i el genocidi dels indis s’entremesclen i els impulsen a iniciar una aventura de final incert.
L’autora, Valeria Luiselli
(Ciutat de Mèxic, 1983) Com que el seu pare era diplomàtic, va passar la infància entre Corea del Sud, Sud-àfrica i l’Índia. Va viure alguns anys de joventut a Barcelona. Escriu en castellà i anglès i és la veu més destacada dels escriptors que tracten els conflictes i contradiccions de la identitat híbrida entre l’Amèrica Llatina i els Estats Units. Traduïda a més de vint llengües, Luiselli ha guanyat dos Los Angeles Times Prize, el Dublin Literary Award, la Medalla Carnegie a l’excel·lència en ficció I l’American Book Award, i ha estat finalista del National Book Critics Circle Award, el Kirkus Prize i el Booker Prize. És col·laboradora habitual de The New York Times, Granta, The Guardian i El País. Viu a Nova York.
La traductora, Elisabet Ràfols Sagués
Filòloga barcelonina que des dels anys noranta es dedica professionalment a la traducció literària. Ha traduït John le Carré, Anthony Burgess, Julian Barnes, Patricia Highsmith i Alan Bennett, entre altres. Des que viu al Canadà ha traduït molt per al teatre, tant a quatre mans per dur la dramatúrgia catalana al Canadà, ja sigui al francès o a l’anglès, com en solitari amb obres de Carole Fréchette o Marie Clements, entre altres.
Este otoño ha empezado la quinta edición del proyecto Àgora, un espacio de promoción del diálogo y la escucha entre personas de diferentes orígenes y bagajes, y con posicionamientos ideológicos alejados, a menudo confrontados.
Se trata de una iniciativa impulsada por el ICIP, el Centro de Estudios de Temas Contemporáneos y la Fundación Lluís Coromina, con la colaboración de la Casa de los Clàssics, que tiene por objetivo poner en valor el diálogo como herramienta para reconducir y transformar conflictos, establecer relaciones de confianza y, de esta manera, contribuir a fortalecer la convivencia, la cohesión social y, en última instancia, la democracia.
A través de la lectura compartida de textos clásicos, personas provenientes de los ámbitos económico, político y social de Cataluña se reúnen en varias sesiones con el fin de reflexionar sobre los retos políticos y sociales que condicionan la actualidad en nuestro país y a nivel global. Cada sesión es conducida por un profesional y parte de una lectura: De la ira, de Séneca; La amistad, de Cicerón; y los “Discursos de Tucídides”, de La historia de la guerra del Peloponeso.
En esta edición participan diecinueve personas, once hombres y ocho mujeres, seleccionadas previamente: Joan Casanovas, Julián Claramunt, Rahmata Dem Nje, Ennatu Domingo, Cristina Figueras, Ismael Garcia, Marina Gay, Tomàs Gil, Elsa Hermida, Oriol Martínez Alòs, Lluís Nacenta, Ismael Peña-López, Aina Pedret, Ferran Piqué, Maya Riera, David Serrano, Mostafà Shaimi, Francesc Trillas y Pau Vall.
Las personas participantes en las ediciones previas hacen una muy buena valoración de la iniciativa, que -según explican- les ha permitido escuchar en espacios seguros, con matices, establecer confianza y diálogos constructivos, revisar los propios planteamientos y buscar mecanismos de superación de las diferencias.
El proyecto Àgora se enmarca en el área de trabajo “Diálogo social y político” del ICIP. Su coordinador, Pablo Aguiar, considera que “es un ejercicio que permite la despolarización, muy necesario en el contexto actual en el cual el debate público está muy deteriorado y en qué tenemos carencias a la hora de escuchar ideas y posicionamientos diferentes a los propios”.
Hasta la actualidad se han organizado cuatro ediciones del proyecto, cada una de ellas con un grupo estable de veinte personas. Este vídeo es un resumen de la cuarta edición de Àgora, celebrada la primavera del 2024.
El Comité Nobel ha otorgado el Premio Nobel de la Paz 2024 a la organización japonesa Nihon Hidankyo, un movimiento creado por personas supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, conocidas como “hibakusha”, que lucha contra el uso de las armas nucleares y para concienciar sobre los impactos catastróficos del armamento nuclear.
En un contexto de crecimiento de la carrera armamentista global y de proliferación nuclear, este premio Nobel de la Paz es un mensaje de atención a la comunidad internacional para frenar la carrera nuclear.
«Estratégicamente la decisión del Comité Noruego Nobel es muy acertada», afirma el director del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), Kristian Herbolzheimer, porque el reconocimiento envía un mensaje global a las principales potencias que desarrollan armamento nuclear y que han amenazado con el uso de éstas armas. “El Premio Nobel de la Paz 2024 no se fija en una región concreta, como puede ser la guerra en Gaza o la invasión de Ucrania, sino que ante la peligrosa escalada militar global el galardón quiere ser un toque de atención para la comunidad internacional, un mensaje hacia Israel, Irán, Rusia y también Estados Unidos”.
«Nos encontramos en una paradoja en la que si bien ha crecido la conciencia ciudadana sobre la necesidad de eliminar las armas nucleares, también crece el desarrollo de la industria nuclear y la escalada militar puede tener consecuencias imprevisibles» explica el director del ICIP. En este contexto, el ICIP defiende la necesidad de andar hacia una seguridad común, basada en el diálogo y la cooperación internacional.
Hacia la prohibición global de las armes nucleares
La prohibición global del armamento nuclear queda recogida en el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que se aprobó en 2017 por Naciones Unidas y entró en vigor en 2021, fruto de la presión de numerosas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas las personas supervivientes de las bombas atómicas en Japón. Hasta la actualidad han firmado el tratado 94 Estados; entre ellos no figura el Estado español ni las principales potencias que disponen de armamento nuclear.
El TPAN obliga a los Estados Partes a no desarrollar, ensayar, fabricar, adquirir, poseer, transferir, almacenar y usar armamento nuclear. También obliga a los Estados Partes posesores de armas nucleares a desactivarlas de inmediato, a destruirlas lo antes posible ya eliminar sus programas nucleares.
Actualmente, nueve países tienen armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel. Según datos de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) en 2023 los Estados con armas nucleares se gastaron un total de 86.000 millones de dólares, siendo Estados Unidos, el país que más gastó con arsenal nuclear, 51.000 millones, seguido de China con un gasto de 11.800 millones y Rusia con 8.300 millones.
Este jueves 19 de septiembre, coincidiendo con la semana de celebración del Día Internacional de la Paz, el ICIP ha entregado el Premio ICIP Construcción de Paz 2024 al investigador, activista y analista Vicenç Fisas i Armengol en una ceremonia en el auditorio del Parlament de Catalunya. Fisas ha sido galardonado «por su extensa y continuada trayectoria en el campo de la investigación y el activismo por la paz y los derechos humanos, y la mediación y el análisis de conflictos».
Doctor en Estudios sobre Paz por la Universidad de Bradford (Reino Unido), Fisas es autor de más de 70 libros sobre temáticas relacionadas con la cultura de paz, el análisis de conflictos y el desarme. A lo largo de su trayectoria ha destacado en el activismo en favor de la paz y la defensa de los derechos humanos, ha sido facilitador y analista de conflictos violentos y de procesos de paz – por ejemplo en Colombia, País Vasco y Filipinas – y ha llevado a cabo numerosas investigaciones académicas.
El acto, conducido por la periodista Cèlia Cernadas, ha sido inaugurado por el presidente del ICIP, Xavier Masllorens, quien ha destacado que el Premio ICIP Construcción de Paz contribuye “a valorar personas y colectivos que fortalecen la cultura de paz , entendida como la paz positiva que se basa en la justicia” y responde a la voluntad del ICIP de trabajar por “el fortalecimiento de una opinión pública crítica y activa, que vuelva a formar un movimiento emancipador imparable e innovador, en una época de incertidumbre”.
Discurso del presidente del ICIP, Xavier Masllorens. Fotografía: Parlament (Sergi Ramos)
La periodista Cristina Gallach ha glosado la figura del galardonado, que ha definido como «pionero» y ha destacado su «tenacidad y persistencia en el trabajo por la paz» y la «generosidad para transmitir valores y hacer escuela».
Vicenç Fisas ha recibido el galardón en medio de un sentido aplauso y ha reivindicado la necesidad de «reactivar el movimiento por la paz, con la complicidad de las instituciones», para hacer frente al «reto mayúsculo» al cuando nos enfrentamos como sociedad, en el contexto de auge de conflictos, militarismo, rearme, crisis climática o crisis de migraciones. «Las estrategias y esquemas de hace veinte años ya no sirven». Hay que «repensarlo todo» y «volver a movilizar a la gente» para crear una «sociedad más digna y más decente», ha dicho.
Vicenç Fisas recibe el Premio ICIP acompañado del presidente del Parlament y del presidente del ICIP. Fotografía: Parlament (Sergi Ramos)
El acto ha contado con los parlamentos institucionales del consejero de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch, y el presidente del Parlament, Josep Rull. Por su parte, el consejero Duch ha agradecido el trabajo por la paz de Fisas, y ha reivindicado el trabajo de los «constructores de paz» en un momento «especialmente convulso», así como la necesidad de promover el diálogo y la defensa de los derechos humanos. El conseller también se ha referido al Fòrum Català per la Pau, un proceso que ha definido como una «oportunidad excelente para diseñar un nuevo plan de país de paz».
Por último, en la clausura del acto, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha abogado por poner en el centro la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos para «construir un mundo mejor». «Sin dignidad humana, sin humanidad y sin derechos fundamentales no hay futuro», ha afirmado.
La apertura y cierre de la ceremonia ha contado con la actuación musical de los violonchelistas Mariona Camats y Oriol Prat, vinculados a la Fundación Pau Casals.
Un año más, la entrega del Premio ICIP al Parlament de Catalunya ha reunido a numerosas personas, entidades e instituciones que trabajan, desde diferentes ámbitos, para el fomento y la difusión de la cultura de paz.
El Premio ICIP, una trayectoria de trece años
El Premio ICIP Construcción de Paz, instaurado en 2011, tiene la finalidad de reconocer públicamente a personas, entidades o instituciones que han trabajado y han contribuido de forma destacada y dilatada en el fomento y la construcción de la paz.
El premio consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, artista y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Porta de Sol, y una dotación económica de 6.000 euros. A lo largo de sus doce años de historia, el Premio ICIP ha galardonado a personas y colectivos de Cataluña, Bosnia, República Democrática del Congo, Colombia, México o Argelia, por su lucha en favor de la reconciliación, la verdad, la justicia o la igualdad, con una mirada también centrada en el empoderamiento de las mujeres y la perspectiva de género.
Los miembros de la Junta de Gobierno del ICIP con Vicenç Fisas, Premio ICIP 2024. Fotografía: Parlament (Sergi Ramos)
Las jornadas han sido el escenario de presentación pública de la nueva organización, una plataforma formada por 20 entidades catalanas que nace con el objetivo de «reforzar los lazos de solidaridad entre Cataluña y Centroamérica, y dar a conocer las vulneraciones de derechos humanos en la región, articular propuestas y ejercer incidencia política a nivel local, regional e internacional en favor de la paz y los derechos humanos», según ha explicado una de las portavoces Alícia Rodríguez.
En la sesión de bienvenida de las jornadas, el martes 18 de junio, el presidente del ICIP, Xavier Masllorens, ha reivindicado «la necesidad de poner la atención pública en Centroamérica en el actual contexto de extremas desigualdades, amenazas de los derechos humanos y expansión de una falsa seguridad». Masllorens también ha puesto en valor el trabajo del ICIP para aportar conocimiento y análisis sobre los retos de Centroamérica a través del área «Violencias fuera de contextos bélicos».
Durante dos días, las jornadas han permitido reflexionar y debatir sobre los retos por la paz y los derechos humanos en Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras, países marcados por el auge de los autoritarismos, la securitización y militarización, la represión y persecución política , la explotación y extractivismo de recursos naturales, la violencia contra las mujeres, los colectivos LGTBI+ y las comunidades indígenas.
Las jornadas han contado con la participación de quince ponentes, en su mayoría mujeres, procedentes de los cuatro países. Son expertas y activistas que luchan por transformar las violencias en su día a día, algunas de ellas desde el exilio. Es el caso, por ejemplo, de la abogada y política nicaragüense Ana Margarita Vijil, que estuvo encarcelada durante veinte meses por su oposición al régimen de Ortega Murillo y fue desterrada del país en el 2023 y despojada de la nacionalidad; Amaru Ruiz, presidente de la Fundación del Río, despojado de la nacionalidad nicaragüense por la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas; Elvira Cuadra, socióloga de Nicaragua, actual directora del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica; o Ramón Cadena, abogado y defensor de los derechos humanos de Guatemala, actualmente exiliado en Cataluña.
Foto de familia de las ponentes, instituciones y entidades organizadoras de las jornadas
La Junta de Gobierno del ICIP ha reconocido al investigador y activista Vicenç Fisas i Armengol con el Premio ICIP Construcción de Paz 2024 «por su extensa y continuada trayectoria en el campo de la investigación y el activismo por la paz y los derechos humanos, y la mediación y el análisis de conflictos». La candidatura ha destacado entre la veintena de solicitudes recibidas a nivel internacional, de personas a título individual o de instituciones dedicadas al fomento de la paz.
Nacido en Barcelona en 1952, Fisas es doctor en Estudios sobre Paz por la Universidad de Bradford (Reino Unido). A lo largo de su trayectoria ha destacado en el activismo a favor de la paz y la defensa de los derechos humanos, ha sido facilitador y analista de conflictos violentos y de procesos de paz, y ha realizado numerosas investigaciones académicas sobre conflictos, cultura de paz y desarme. También ha destacado como divulgador: ha publicado más de 70 libros sobre temáticas relacionadas con sus ámbitos de experiencia, y ha colaborado en numerosos medios de comunicación.
Como es habitual, el ICIP celebrará una ceremonia de entrega del galardón en septiembre en el Parlament de Catalunya, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Paz.
Activismo e investigación
Fisas se inicia en el activismo por la paz en los años 70, primero como miembro del Equipo OC, el grupo de apoyo a los primeros objetores de conciencia en el servicio militar en España, y más tarde como miembro activo del Casal de la Pau, de la Campaña Internacional contra el Comercio de Armas y del Movimiento Antinuclear de Cataluña. Con la voluntad de compaginar activismo e investigación, en 1974 crea el Centro de Análisis de Conflictos, un pequeño centro de documentación y análisis del movimiento pacifista a partir del cual inicia contactos con organizaciones pacifistas internacionales. Y una década más tarde es el fundador y coordinador del Programa de Paz y Conflictos del CIDOB (Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona), al tiempo que se crean los principales centros de investigación por la paz a nivel español y nace la Asociación Española de Investigación por la Paz (AIPAZ), de la que Fisas también es fundador y presidente.
En paralelo, en los años 90 cultiva el activismo desde la Campaña internacional de prohibición de las minas antipersona y como coordinador de las campañas de desarme promovidas por Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón-Oxfam y Médicos Sin Fronteras.
Fundador de la Escuela de Cultura de Paz
En 1989, Fisas se vincula al Centro UNESCO Cataluña como investigador sobre paz y desarme y a la Cátedra UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos que se imparte en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), al tiempo que es designado responsable de la UNESCO sobre prevención de conflictos. A partir del éxito de la Cátedra UNESCO, en 1999 Fisas crea la Escuela de Cultura de Paz de la UAB (ECP), de la que será su director hasta el año 2016 y coordinará el programa de Procesos de Paz. La ECP se ha convertido en un centro de investigación por la paz de referencia en Cataluña que lleva a cabo investigación, formación, sensibilización e intervención.
Experiencia en mediación y prevención de conflictos
Más allá del activismo y la investigación académica, a lo largo de su carrera, Fisas ha participado en negociaciones de paz en Colombia (2000-2016), el País Vasco (1998-2003 y 2016), el Sáhara (2000-2010), el Kurdistán turco (2006-2015) y las Filipinas (2005-2017). La trayectoria más extensa la ha desarrollado en Colombia, donde ha estado presente en negociaciones de paz con las FARC y el ELN, en distintos períodos. Esta experiencia sobre el terreno le lleva a ser asesor en temas de paz del Ministerio de Asuntos Exteriores de España (2004-2010) y del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega (2010-2020), y colaborador del Norwegian Peace Resolution Center (NOREF), desde el año 2008. A partir del seguimiento de diferentes procesos de paz en todo el mundo, durante diez años Fisas publica el Anuario de Procesos de Paz (2006-2016), en el que analiza el evolución de las negociaciones de paz.
Publicaciones y reconocimientos
A lo largo de su carrera ha publicado más de 70 libros relacionados con el análisis de los conflictos y la cultura de paz, entre los que destacan El poder militar en España (1979), Introducción al estudio de la paz y de los conflictos (1987), Las armas de la democracia (1988), Ecología y seguridad en el Mediterráneo (1993), Las Naciones Unidas ante un mundo en crisis (1994), Cultura de paz y gestión de conflictos (1998), Adiós a las armas ligeras : las armas y la cultura de la violencia (2000), Procesos de paz y negociación en conflictos armados (2004), Diplomacias de paz: negociar con grupos armados (2015), La gestión de las crisis sociopolíticas: ¿prevención y/o cambio estructural? (2017) o Manual de negociación de conflictos políticos (2021).
Su trayectoria ha sido reconocida con varios galardones como el Premio Nacional de Derechos Humanos (1988), el Premio Memorial por la Paz Josep Vidal Lecha (1988) y el Premio Iniciativa Solidaria de El Periódico de Catalunya (2007). Ahora se suma el Premio ICIP Construcción de Paz 2024, galardón que recibirá en una ceremonia pública en septiembre en el Parlament de Catalunya.
Sobre el Premio ICIP Construcción de Paz
El ICIP convoca anualmente, desde el año 2011, el Premio ICIP Construcción de Paz con la finalidad de galardonar y reconocer públicamente a personas, entidades o instituciones que han trabajado y han contribuido de manera destacada y dilatada en el fomento y la construcción de la paz.
El premio consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, artista y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta del Sol, y una dotación económica de 6.000 euros. La entrega del galardón tiene lugar anualmente en una ceremonia institucional en el Parlamento de Cataluña coincidiendo con el Día Internacional de la Paz, el 21 de septiembre.
Este miércoles 14 de febrero, en el marco de la II Jornada de la Paz celebrada en el Parlament de Catalunya, se ha presentado públicamente el Foro Catalán por la Paz, un proceso participativo de reflexión y debate que nace con un doble objetivo: crear una política pública de paz de Cataluña y reforzar las agendas y las capacidades de incidencia social y política de las organizaciones de fomento de la paz catalanas.
El Foro Catalán por la Paz es una iniciativa impulsada por el Govern de Catalunya, el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, el ICIP y el tejido asociativo catalán de fomento de la paz. Surge, pues, de la colaboración social e institucional, y se desarrollará a lo largo de 2024 y 2025. El Foro constará de un proceso de participación ciudadana a partir de cinco ejes de debate: Cultura de paz; Seguridad y justicia; Conflictos armados; Retos globales; Mujeres, paz y seguridad.
Coincidiendo con la presentación pública, se ha inaugurado la web www.forumcatalapau.cat, a partir de la cual se fomentará la participación de la ciudadanía, entidades e instituciones comprometidas con los valores de la cultura de paz y la justicia social.
«Por una política pública de paz»
La presentación pública del Foro Catalán por la Paz se ha hecho durante la celebración de la II Jornada de la Paz del Parlament de Catalunya, coorganizada por la cámara catalana, el ICIP y Lafede.cat. Con el título “Por una política pública de paz”, la jornada ha reunido representantes de numerosas entidades de fomento de la paz y personas expertas en el campo de la investigación y el trabajo para la paz, así como representantes del Govern y de varios ayuntamientos e instituciones.
En la inauguración de la jornada el vicepresidente del Consejo Catalán de Fomento de la Paz y director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, ha emplazado las instituciones y entidades catalanas comprometida con los valores de la cultura de paz y la justicia social a sumarse al Foro Catalán por la Paz: “es el momento de abrir la reflexión sobre como entendemos una Cataluña en paz y sobre como podemos contribuir, desde Cataluña, a la paz en el mundo. Es momento de contarnos, encontrarnos y explicarnos entre todas las personas, colectivos e instituciones que compartimos los valores de la cultura de paz y que compartimos el compromiso para un mundo más justo y solidario”.
Por su parte, la presidenta de Lafede.cat, Arés Perceval, ha destacado que el Foro Catalán por la Paz debe permitir “diseñar una política pública de paz avalada por todos los grupos parlamentarios, una asignatura pendiente” y ha añadido que el proceso también “nos tiene que servir para fortalecer el movimiento para la paz y la noviolencia que lideramos desde la sociedad civil”.
La jornada ha sido inaugurada por la presidenta del Parlament de Catalunya, Anna Erra, quien ha destacado la tradición de fomento de la paz de Cataluña, un “país de paz” que “no ha dudado a abrazar los valores de la democracia y las libertades fundamentales”. En su intervención, Erra ha augurado que el Foro Catalán por la Paz ayudará a fortalecer la cultura de paz, a “convertirnos en una herramienta útil para la comunidad internacional”, y a “perfilar algunas respuestas a partir de la inteligencia colectiva del país”.
La jornada ha contado con dos mesas redondas: la primera se ha centrado en los retos y las oportunidades para la paz en el contexto de amenazas globales, y la segunda se ha dedicado a los cinco ejes de debate que guiarán el Foro Catalán por la Paz cuando se inicie el proceso participativo, en el mes de abril. Han participado Carme Colomina, investigadora del CIDOB; Luca Gervasoni, director de NOVACT; Maria Josep Parés, consultora; Jesús Vinyes, presidente del Consejo Escolar de Cataluña; Nora Miralles, presidenta del Centro Delàs; Albert Caramés, director de FundiPau; Jordi Armadans, periodista y politólogo; y Blanca Camps, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Barcelona, 21 de noviembre de 2023.- La ciudadanía catalana puntúa con un 6,1 la convivencia en el conjunto de Cataluña y con un 6,4 la convivencia en el municipio/barrio, unos datos que consolidan una tendencia a la baja, sobre todo en el entorno más cercano, donde se registra la nota más baja de los últimos cinco años. En cuanto a la seguridad, más de la mitad de la población considera que ésta ha empeorado en el último año, en Cataluña y sobre todo a nivel mundial.
Son resultados de la Encuesta ICIP 2023 “Convivencia y seguridad en Cataluña”, que analiza, por primera vez, la seguridad desde una visión amplia -con valoraciones referentes al ámbito personal, económico y político-, y evalúa la percepción sobre políticas públicas y de acción exterior, como la exportación de armas y el gasto militar, y el grado de confianza y polarización en la sociedad catalana. Sobre este último punto, la muestra constata que el proceso independentista sigue siendo el tema que genera más polarización, si bien es la cuestión que menos preocupa a nivel personal.
Es la quinta encuesta que publica el ICIP y tiene el objetivo de aportar información para sensibilizar a la opinión pública en la necesidad de fomentar la cultura de paz y para orientar las actuaciones políticas e institucionales en esta dirección.
Según el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, “en términos generales podemos concluir que la población manifiesta actitudes propias de la cultura de paz y que la sociedad muestra síntomas de mejor convivencia con la discrepancia: el proceso se ve como el tema más polarizador, pero cuando preguntamos sobre los temas que más preocupan a nivel personal, la relación Cataluña-España se sitúa en último lugar de las preocupaciones”.
En relación a la seguridad, el director del ICIP reivindica la necesidad de un debate público constructivo: “Cuando la seguridad se asocia sólo a la delincuencia, la ciudadanía pide endurecimiento de penas y más policía. En cambio, cuando preguntamos sobre las causas de la inseguridad, la población se decanta mayoritariamente por fortalecer las políticas educativas y de formación en valores, o de reducción de las desigualdades, más que las medidas punitivas”.
Convivencia
La ciudadanía valora en un 6,1 sobre 10 la convivencia en Cataluña y en un 6,4 en el municipio/barrio, dos décimas por debajo respecto a la Encuesta ICIP 2022 en ambos casos. En el caso del entorno más cercano, la valoración media de la convivencia registra la cifra más baja desde la primera encuesta publicada por el ICIP, en 2018, cuando la puntuación alcanzaba el 7,5 sobre 10.
En la edición actual, la muestra evalúa las actitudes de la ciudadanía sobre diferentes cuestiones relacionadas con la convivencia y la gestión de violencias que se dan en la vida cotidiana.
De forma muy mayoritaria, la ciudadanía está muy o bastante de acuerdo con que todo el mundo pueda expresar sus opiniones (95%) y se autodefine como conciliadora (89%) y cooperativa (85%). Por lo general, las personas encuestadas muestran poca tolerancia con las situaciones de violencia planteadas, si bien una parte de la población acepta el uso de la violencia física y verbal en determinadas ocasiones.
Por ejemplo, una de cada cinco personas ve adecuado dar una bofetada a un hijo/a cuando se porta mal, y más de la mitad de la población considera que a veces, o a menudo, es necesario gritar para que le hagan caso. También se detecta cierta tolerancia sobre violencias de tipo estructural y cultural, relacionadas con la vivienda y el racismo.
Confianza social e institucional
En cuanto a los indicadores de confianza, la encuesta constata que la ciudadanía tiende a confiar en el resto de la gente, con una valoración media de 5,3 sobre 10. Es un nivel que se mantiene estable respecto a los años anteriores y que se sitúa ligeramente por encima de la media europea, que es de un 5 sobre 10.
Por el contrario, la confianza en las instituciones es baja. El grado de satisfacción con el funcionamiento de nuestra democracia no alcanza el aprobado, con una nota media de 4,5 sobre 10. En este caso es un nivel inferior comparado con la media de países europeos, que es del 5,2 . Un tercio de la población afirma estar poco o nada satisfecha con el sistema democrático, al tiempo que un 40% de las personas encuestadas tienen poco o nada interés por la política.
Polarización ideológica y emocional
La Encuesta ICIP 2023 también analiza la percepción de polarización de la sociedad catalana. En cuanto a la polarización emocional, destaca que crecen las emociones positivas hacia las personas que piensan diferente y al mismo tiempo se reducen las negativas. La ciudadanía expresa, mayoritariamente, respeto, indiferencia, confianza y empatía, y todas estas emociones superan la tristeza, la rabia y el desprecio. También se muestra ampliamente partidaria de la autocrítica (90%).
En cuanto a la polarización ideológica, el proceso independentista sigue siendo el tema de debate que más polariza la sociedad, si bien lo hace menos que en 2022. En cuanto al resto de temas analizados (lengua, inmigración, clase social, impuestos) y feminismo), en todos ellos se detecta un ligero aumento de la polarización.
Por otra parte, los medios de comunicación, los partidos políticos y las redes sociales se perciben por este orden como los principales responsables de la polarización.
Seguridad
Por primera vez, la encuesta ICIP profundiza en cuestiones relativas a la seguridad desde el paradigma de la «seguridad humana«, que se centra en las condiciones materiales y sociales mínimas para una vida digna, en contraste con la concepción dominante en el debate público, relacionada casi exclusivamente con el hecho delictivo y, por tanto, con respuestas punitivas (policiales y judiciales).
La muestra evalúa diferentes aspectos relacionados con la seguridad, desde la valoración del entorno hasta un ámbito personal, económico y político, y constata la siguiente paradoja: cuando se pregunta en relación con el entorno, el 55% de la población considera que la seguridad en Catalunya ha empeorado en el último año, y el 73% cree que ha empeorado en el mundo. Por el contrario, la mayoría de las personas encuestadas (76%) afirma que su seguridad personal se ha mantenido estable en el último año.
Como señales de alerta, destaca el hecho de que una de cada cinco personas afirma haber sentido miedo a la hora de expresar sus opiniones en los últimos dos años, y una de cada cuatro ha tenido miedo a participar en una manifestación. Asimismo, un 18 por ciento de la ciudadanía considera que pertenece a un colectivo discriminado, mayoritariamente por razón de género o de lengua e identidad nacional.
En cuanto a cuestiones económicas, una cuarta parte de la población manifiesta tener dificultades para acceder a la vivienda (sobre todo la juventud) y a la sanidad pública, y un tercio afirma que no puede mantener el hogar a una temperatura confortable y no puede ir de vacaciones fuera de casa una semana al año.
En cuanto a las cuestiones que más preocupan son, por ese orden, la corrupción, la delincuencia y las crisis económicas. Por el contrario, el racismo y la relación Cataluña-España son los temas que generan menor preocupación.
Para contrarrestar la mayoría de preocupaciones expresadas por la ciudadanía y aumentar la seguridad personal, la ciudadanía valora más las políticas educativas y la formación en valores, más que las medidas punitivas como son el endurecimiento de penas a las personas que cometen delitos o aumento de agentes policiales y la videovigilancia. Estas últimas sólo se consideran adecuadas para combatir la corrupción, el terrorismo y la delincuencia.
Por último, la encuesta dedica un apartado a valorar el gasto militar y la exportación de armas. El 46% de la población considera excesivo el gasto militar español, un porcentaje inferior al registrado en 2022, cuando era del 62%. La exportación de armas a terceros países se puntúa con una nota media del 3,5 sobre 10. La ciudadanía suspende las exportaciones en diferentes situaciones planteadas, tanto cuando se hace referencia a la mortalidad que implican a las armas como cuando se hace referencia a los beneficios que puede suponer la exportación para la economía del país. Asimismo, un 70% de las personas encuestadas considera que las guerras son evitables.
Metodología utilizada
La Encuesta ICIP 2023 se realizó entre el 12 y el 21 de julio a partir de 2.055 entrevistas, de forma online, a personas residentes en Cataluña mayores de 18 años, con un margen de error del 2,17%. Es una muestra con cuotas cruzadas por sexo, grupos de edad (en tramos de diez años) y demarcaciones (Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona). Para ajustar la muestra a la población de referencia, se ha aplicado una ponderación calculada a partir de las variables de sexo, edad, demarcación, lugar de nacimiento, nivel de estudios y lengua primera.
Se trata de la quinta encuesta que publica el ICIP sobre la percepción de la convivencia en Cataluña y la cuarta que evalúa el grado de polarización. Anteriormente el ICIP ha publicado los sondeos “Convivencia y cohesión en Cataluña. Encuesta ICIP 2022”; “Polarización y convivencia en España 2021. El papel de los territorios” (ICIP y EsadeEcPol); “Convivencia y polarización en Cataluña. Encuesta ICIP 2020” y “Percepción de la población sobre la convivencia y la seguridad en Cataluña. Encuesta ICIP 2018”.