Autor: whads

El pasado 25 de julio se cerró el plazo para presentar candidatureas a la sexta edición del Premio ICIP Constructores de Paz, correspondiente al año 2016. El premio se resolverá el próximo mes de septiembre y tiene la finalidad de galardonar y reconocer públicamente a personas, entidades o instituciones que han trabajado y han contribuido de manera destacada y dilatada en el fomento y la construcción de la paz.
El Premio ICIP Constructores de Paz lo concede la Junta de Gobierno del ICIP y consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, artista y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta de Sol, y una dotación económica de 4.000 euros. La entrega del galardón tiene lugar anualmente en una ceremonia institucional en el Parlamento de Cataluña.
Anteriores galardonados con el Premio ICIP
El Premio ICIP Constructores de Paz nació el año 2011, con una edición extraordinaria que galardonó al Parlamento de Cataluña al representar la continuidad y el legado de las instituciones «Pau i Treva» i el «Consolat del Mar». Aquel mismo año, la primera edición regular del premio reconoció la lucha de objetores e insumisos, simbolizados en Pepe Beúnza, primer objetor de conciencia al servicio militar obligatorio por razones ideológicas del Estado español.
Posteriormente, el año 2012, el Premio ICIP fue concedido a cinco Madres de Soacha por su trabajo en favor de la paz y los derechos humanos en Colombia. Con este Premio, el ICIP quiso reconocer su coraje y su perseverancia en la búsqueda de verdad, justicia y reparación por la muerte de sus hijos en manos de fuerzas de seguridad del Estado y por otros casos de ejecuciones extrajudiciales conocidos como falsos positivos.
El año 2013, el Premio ICIP Constructores de Paz galardonó el exgeneral nacido en Belgrado Jovan Divjak, por su coraje en la defensa de Sarajevo durante la Guerra de los Balcanes y su trabajo en favor de las víctimas del conflicto.
El año 2014, el Premio ICIP Constructores de Paz reconoció a la organización WILPF (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, en sus siglas en inglés) por su trayectoria de cien años en el trabajo de mujeres por la paz.
Por último el año pasado el Premio ICIP fue concedido al padre capuchino Joan Botam, impulsor de numerosas iniciativas en favor de la paz y el ecumenismo.

El crit de la consciència reúne las conferencias radiofónicas que Martin Luther King dio entre noviembre y diciembre de 1967 –pocos meses antes de su asesinato- para la Canadian Broadcasting Corporation, que le pidió explícitamente que hablara de los temas que considerara más importantes no para los negros, no para los Estados Unidos, sino para todo el mundo. La obra aglutina las reflexiones más introspectivas de Luther King y sus últimas impresiones del movimiento que él mismo había impulsado. Constituyen, en cierta manera, una síntesis de su pensamiento y podríamos considerarlo su testamento.
Así, habla de los temas que le preocupaban en los últimos meses: la necesidad de convertir la protesta noviolenta en acciones de desobediencia civil masiva; la convicción de que había que resistirse a participar en la guerra del Vietnam, y que la juventud comprometida tenía que tener un papel decisivo en la creación de un mundo nuevo, o la necesidad de perseguir su sueño de una paz universal.
Mediante las cinco conferencias, correspondientes con los cinco capítulos del libro, King destaca un aspecto diferente de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. En la primera, “El problema de las relaciones interraciales”, el autor expone la preocupación por la improbable igualdad social en Estados Unidos y propone la desobediencia civil como una fuerza constructiva. En la segunda, “La conciencia y la guerra de Vietnam”, se centra en la oposición a la guerra. La tercera conferencia, “La juventud y la acción social”, trata la unidad de la juventud y la fuerza de su activismo para transformar la sociedad. En el cuarto capítulo, “La noviolencia y el cambio social”, el autor defiende la noviolencia como la mejor herramienta para convencer a los dueños del poder en respuesta a la pobreza. Por último, el discurso de conclusión se corresponde con el sermón de Nochebuena que King hizo en 1967 en la iglesia bautista de Ebenezer.
El libro, publicado por el ICIP y Angle Editorial dentro de la colección ‘Clàssics de la pau i la noviolència’, es la reedición de la traducción hecha por Terenci Moix en 1968 de “The Trumpet of Conscience”, publicado en 1967. Esta nueva edición cuenta con una introducción de Vicent Martínez Guzmán, doctor en Filosofía y director honorífico de la Cátedra UNESCO de Filosofía por la Paz, y reedita el epílogo que Josep Maria Ainaud de Lasarte escribió para la edición de 1968.
El autor
Martin Luther King nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta (Georgia), hijo y nieto de pastores de la iglesia bautista de Ebenezer. Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial en que vivían los ciudadanos negros de su país, y especialmente los de los estados del sur. Convertido en pastor bautista, en 1954 se hizo cargo de la iglesia de Montgomery, Alabama. A partir de 1955 lideró la lucha de los norteamericanos de raza negra para alcanzar la igualdad de derechos con los blancos.
Su acción noviolenta, inspirada en Gandhi, movilizó cada vez a más ciudadanos hasta culminar, el verano de 1963, en la histórica marcha sobre Washington, con unos 250.000 manifestantes. Allí King pronunció el más célebre y conmovedor de sus espléndidos discursos: I have a dream (Tengo un sueño). En 1964 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, cuatro años antes de que fuera asesinado en Memphis el 4 de abril de 1968.

El 24 de mayo es el Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme, una fecha para recordar la violencia que sufren las mujeres en los conflictos y postconflictos armados y reivindicar, a la vez, su participación activa en las negociaciones de paz y en la prevención de conflictos y construcción de paz, y también su activismo.
Coincidiendo con esta conmemoración, hemos elaborado un compendio de todos los materiales producidos por el ICIP sobre la temática «Mujeres y Paz». Encontraréis distintos tipos de publicaciones, exposiciones y producciones audiovisuales, así como el material disponible en nuestra Biblioteca, especializada en paz, seguridad y conflictos, con una temática específica sobre el trabajo de mujeres por la paz.
Publicaciones
a) Documentos:
– Dones, Pau i Seguretat: 15 anys de la resolució 1325 de les Nacions Unides. Relatoría de la jornada celebrada en noviembre de 2015 en Barcelona, publicada en catalán.
– Mujeres, Paz y Seguridad. 15 años de la resolución 1325 de las Naciones Unidas. Informe de Maria Villellas, publicado en castellano, catalán e inglés (2016).
– La agenda internacional de mujeres, paz y seguridad: balance de los primeros 15 años y propuestas de acción para Cataluña. ICIP Policy Paper de Maria Fanlo, Sabina Puig i Elena Grau (2016). Publicado en castellano, catalán e inglès.
– La verdad de las mujeres. Víctimas del conflicto armado en Colombia. Informe coordinado por la Ruta Pacífica de Mujeres Colombianas con la colaboración del ICIP (2014).
– La memoria histórica, ¿activo transformador de la desigualdad de género? Análisis crítico del discurso del Centro de la Memória Histórica en Colombia a partir de una mirada de género e interseccionalidad. ICIP Working Paper de Marta Grau (2013).
– La memória histórica en Colombia: hacia una política pública con perspectiva de género. ICIP Policy Paper de Marta Grau (2013). Publicado en castellano, catalán e inglés.
– De Madres de Soacha a sujetas políticas: capacidad de agencia ante la impunidad en Colombia. ICIP Working Paper de Rocío Mateo Medina (2013).
– Los crímenes de naturaleza sexual en el Derecho Internacional Humanitario. Informe de Magdalena M. Martín i Isabel Lirola (2013).
– La participació de les dones en els processos de pau. Les altres taules. ICIP Working Paper de Maria Villellas (2010). Publicado en castellano, catalán e inglés.
– Reflexiones sobre la categoría de víctima de violencia política con mirada de género. Informe de Maria Truñó (2010).
b) Revista Por la Paz
– Mujeres, Paz y Seguridad. 15 años de la resolución 1325. Revista Por la Paz, número 25. Publicado en castellano, catalán e inglés (2015).
– Feminismo Pacifista. Revista Por la Paz, número 22. Publicat en castellano, catalán e inglés (2015).
– Mujeres constructoras de paz. Revista Por la Paz, número 6. Publicado en castellano, catalán e inglés (2010).
c) Colecciones de libros
– Las mujeres y las guerras. Carol Cohn (ed.). Colección «Paz y Seguridad», ICIP y Edicions Bellaterra (2015).
– Antimilitarisme. Dinàmiques polítiques i de gènere dels moviments per la pau, de Cynthia Cockburn. Colección «Noviolència i lluita per la pau», ICIP y Pagès editors (2014), publicado en catalán.
– Violencia sexual y conflictos armados, de Janie L. Leatherman. Colección «Paz y Seguridad», ICIP y Edicions Bellaterra (2013).
– Construir la paz: la experiencia y el papel de las mujeres en perspectiva internacional, de Elisabeth Porter. Collección «Paz y Seguridad», ICIP y Edicions Bellaterra (2012).
– Repensar en femení, de Agneta Söderberg Jacobson. Colección «Eines de pau, seguretat i justícia», ICIP y Icària Editorial (2010), publicado en catalán.
Paralellamente, dentro de la colección «Clàssics de la pau i la noviolència», editada por el ICIP y Angle Editorial, se han difundido las ideas de pensadoras y activistas como Virginia Woolf, Hannah Arendt, Aung San Suu Kyi y Bertha von Suttner.
Exposiciones
– Paraules descalces. Dones fent Pau, de Dani Lagartofernández. La exposición se complementa con una guia didáctica y con el documental Om Mohammad (La madre de Mohammad).
Audiovisuales
– Jornada «Mujeres, Paz y Seguridad. 15 años de la 1325». Disponible en el canal YouTube del ICIP.
– Dones construint la pau a Israel i Palestina (primera parte). Capítulo del programa «Latituds» de Televisió de Catalunya, coproducido por el ICIP (en catalán).
– Dones construint la pau a Israel i Palestina (segunda parte). Capítulo del programa «Latituds» de Televisió de Catalunya, coproducido por el ICIP (en catalán).
Fondo de la Biblioteca
– Bibliografia sobre Mujeres y Paz a disposición de los usuarios de la Biblioteca del ICIP, situada en la calle Tapineria 10, 1ra planta, de Barcelona.
Así mismo, con el compromiso de difundir el trabajo de mujeres por la paz, el ICIP ha reconocido las Madres de Soacha de Colombia con el Premio ICIP Constructores de Paz 2012 y la organización WILPF (Women’s International League for Peace and Freedom) con el Premio ICIP Constructores de Paz 2014.

Desde hoy, la Biblioteca del Instituto Catalán Internacional para la Paz está integrada en el Catálogo Colectivo de las Universidades Catalanas (CCUC).
El CCUC es un catálogo con más de 5 millones de títulos que da acceso a más de 10 millones de documentos físicos. Incorpora los fondos de las bibliotecas de las universidades catalanas y de otras bibliotecas colaboradoras. Podéis consultarlo aquí: http://ccuc.cbuc.cat/
Los usuarios de las bibliotecas del CCUC pueden pedir libros en préstamo y copias de artículos y otros documentos en toda la red. Esta inclusión –uno de los hitos marcados desde la creación de nuestra biblioteca-, permitirá dotar nuestro fondo especializado en cultura de paz, conflictos y seguridad a toda la comunidad universitaria. A la vez, le dará más visibilidad exterior y aumentará el uso. A pesar de la nueva adscripción, la Biblioteca del ICIP seguirá siendo miembro de la Red de Bibliotecas Especializadas de la Generalitat como hasta ahora.

El pleno de Parlamento eligió el pasado 5 de mayo a a cinco nuevos miembros de la Junta de Gobierno del ICIP, cumpliendo así con la segunda fase de renovación del máximo órgano de dirección del Instituto que estaba pendiente desde 2014. La cámara ha elegido como nuevos miembros a Cécile Barbeito, Carme Colomina, Vicent Martínez Guzmán, Xavier Masllorens y Oscar Mateos, en sustitución de Alfons Banda, Rafael Grasa, Àngels Mataró, Mònica Sabata y Josep Maria Terricabras.
La Junta de Gobierno del ICIP, de acuerdo con lo que establece el artículo 6 de la ley 14/2007 de creación del ICIP, está integrada por diez miembros: siete escogidos por el Parlamento y tres designados por el Gobierno. Los miembros ahora elegidos conformarán la Junta de Gobierno del ICIP junto con Carme Garcia, Eulàlia Pascual y Manel Vila (designados por el Gobierno) y Magda Oranich y Antoni Pigrau (elegidos por el Parlamento en noviembre de 2013 en la primera fase de renovación).
El actual vicepresidente del ICIP, Antoni Pigrau, asumirá la presidencia hasta que la Junta renovada elija al nuevo presidente, en sustitución de Rafael Grasa.
En esta carta de despedida, el hasta ahora presidente Rafael Grasa agradece la ayuda «importantísima y valisoa» que ha recibido durante los ocho años que ha ocupado el cargo por parte de «todos los miembros de las distintas Juntas, cargos parlamentarios y gubernamentales, y todo el personal del ICIP» y ha pedido el apoyo a la nueva Junta y a la nueva presidencia.

El ICIP participa en el «Comisión de Verdad, Memoria y Reconciliación de las mujeres colombianas en el exterior» impulsado por la organización Conciliation Resources con el objetivo de empoderar a las mujeres colombianas en la diáspora para que tengan un papel activo en la transformación social y política del proceso de paz de Colombia y en los países de acogida, así como documentar el impacto de la guerra y la migración sobre las mujeres e identificar los mecanismos utilizados para superar estas experiencias.
El trabajo, coordinado por Helga Flamtermesky, se ha realizado con 200 mujeres que viven en diversas poblaciones catalanas desde un enfoque feminista y psicosocial para identificar la verdad subjetiva de cada participante desde su identidad de colombiana y migrante. El perfil de las participantes es amplio, ya que el proyecto quiere involucrar a las mujeres que han sido afectadas por todas las formas del conflicto armado en Colombia desde 1965. Por este motivo incluye tanto a víctimas directas e indirectas del conflicto como a retornadas a Colombia e inmigrantes. Paralelamente, tres equipos más trabajan desde Londres, Estocolmo y Bogotá con 450 mujeres para recoger sus testimonios.
El proyecto se presentó el pasado 22 de abril en el Consulado de Colombia en Barcelona.

Del 27 de abril al 2 de mayo representantes de organizaciones civiles e instituciones catalanas, entre los cuales está la directora del ICIP, Tica Font, visitan la ciudad colombiana de Buenaventura para hacer un seguimiento sobre el terreno de la actuación de la empresa TCB-Terminal de Contenidors de Barcelona a través de su filial en Colombia. El viaje de la delegación se ha organizado coincidiendo con la convocatoria de una Audiencia Pública del Senado de Colombia, bajo el título «Víctimas del desarrollo y estado de cosas inconstitucionales», que profundizará en la situación de la ciudad, inmersa en una grave crisis humanitaria y de derechos humanos.
La Taula Catalana por la Paz y los Derechos Humanos en Colombia y Lafede.cat han estado investigando las denuncias presentadas por organizaciones colombianas contra el Grupo TCB. En junio de 2015, invitaron a una delegación colombiana para que explicara al Parlament de Catalunya los datos y denuncias contenidas en el informe «Asedio a las comunidades. Los impactos de una empresa catalana, Grup TCB, en Buenaventura, Colombia» sobre las situaciones de violencia generadas por los planes de desarrollo económico y urbanístico en la ciudad colombiana, donde participan, de forma directa o indirecta, empresas catalanas. Todos los grupos parlamentarios expresaron su compromiso para hacer el seguimiento de la situación.
Además de la directora del ICIP, en la delegación catalana también participan la presidenta, el vicepresidente y la coordinadora de la Taula Catalana por la Paz y los Derechos Humanos en Colombia, Michela Albarello, Tono Albareda y Amaia García, respectivamente; Julián Artacho, representante en Colombia de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo; Gabriela Serra, parlamentaria de la CUP; Joan Maria Soler, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona, y Josep Maria Fisa, representante del arzobispo de Barcelona y de Justicia y Paz.

El ICIP ha publicado la convocatoria de selección de personal para cubrir la vacante de Responsable de Gestión Económica, Financiera y Recursos Humanos. Las personas interesadas y que cumplan con los requisitos del perfil solicitado pueden enviar la documentación requerida al correo icip@gencat.cat, durante un plazo de 15 días naturales a partir del día posterior a la publicación de la convocatoria, es decir, a partir del 27 de abril de 2016.

El ICIP ha publicado el libro La naturaleza de los conflictos intratables. Resolución de conflictos en el siglo XXI, de Christopher Mitchell, dentro de la colección «Paz y Seguridad».
En esta obra, coeditada con Edicions Bellaterra, Mitchell pretende responder por qué y cómo las sociedades se involucran en conflictos prolongados, violentos e intratables, y qué se puede hacer con respecto a eso. Para responder estas cuestiones, el autor aborda diferentes aspectos como la naturaleza de la violencia en el comportamiento humano, qué entendemos por conflictos intratables y las diferentes fases para poner fin a los conflictos: prevención, mitigación, regulación de las conductas violentas, institucionalización, mecanismos de finalización y reconciliación.
Como señala Rafael Grasa, presidente del ICIP, en el prólogo de esta edición, La naturaleza de los conflictos intratables. Resolución de conflictos en el s. XXI está destinado a ser un referente de los estudios y la práctica de la resolución y la transformación de conflictos. Partiendo de la notable trayectoria de Mitchell en este ámbito, el libro es una aportación valiosa para analizar los conflictos sociales y poder intervenir, ya que demuestra que es posible tratar los llamados conflictos intratables.
El autor
Christopher Mitchell, formado en historia y relaciones internacionales, es profesor emérito del Instituto para el Análisis y la Resolución de Conflictos en la Universidad George Mason (EE.UU.). Mitchell también ha sido profesor visitante en diversas universidades, entre las cuales destaca la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas, y miembro de numerosas asociaciones académicas relacionadas con el análisis y resolución de conflictos e investigación para la paz.

El ICIP entregó el pasado martes 12 de abril el Premio ICIP Constructores de Paz 2015 al padre capuchino Joan Botam, impulsor de numerosas iniciativas vinculadas a la paz y al ecumenismo, por ser uno de los principales introductores del pacifismo en Cataluña y un defensor del diálogo interreligioso y de la religión como fuente de paz, en un acto celebrado en el Parlament de Catalunya.

La ceremonia, presidida por la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, el consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, y el presidente del ICIP, Rafael Grasa, contó con la presencia del galardonado y con numerosos representantes de diferentes tradiciones religiosas y espirituales de Cataluña, entre los cuales el arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives.

El acto, seguido por un centenar largo de asistentes, empezó con la intervención del presidente del ICIP, Rafael Grasa, que destacó las características que hacen del padre Botam merecedor del Premio ICIP: “La capacidad para mostrar las múltiples dimensiones interconectadas de la paz, la coherencia entre sus convicciones éticas, religiosas y cívicas, la enorme capacidad de generar diálogo (…) y la fecunda tarea en pro del diálogo interreligioso”. Seguidamente, el profesor y activista Arcadi Oliveres glosó la figura de Botam, en un discurso en que definió el padre capuchino como un artífice de la paz “con conciencia, voluntad, capacidad y compromiso”, un “excepcional pionero del diálogo interreligioso” y una persona “a quien podemos agradecer que nos haya presentado la paz sin adjetivos”.

En el transcurso del acto se proyectó un vídeo sobre Joan Botam y el padre capuchino recibió el galardón de manos de la presidenta del Parlamento. En sus palabras de agradecimiento del premio – leídas por el amigo Joaquim Vilar-, el padre Botam destacó las numerosas vinculaciones que ha tenido con la paz, desde la infancia hasta la entrada a los capuchinos catalanes, la participación en Pax Christi o su papel en los hechos de la ‘Caputxinada’, el año 1966. “La paz es la gran utopía que nos interpela de raíz y seduce”, ha dicho. Y reivindicó la paz como el medio para ser “más pueblo, más demócratas, más constructores.” Botam dedicó el premio a su familia, a la comunidad de los capuchinos y a Cataluña.

En la clausura, el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, reivindicó “el diálogo, la negociación y el entendimienot que ejemplariza el padre Botam”, así como “la desobediencia, como garantía de construir, de hacer, de avanzar.” A su vez, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, manifestó que “Cataluña ha estado y es un país impulsor de paz” y destacó el compromiso del Parlamento con la paz, como demuestra, por ejemplo, la creación del Instituto Catalán Internacional para la Paz. Forcadell también destacó la implicación y persistencia de Joan Botam con el diálogo interreligioso, un hecho fundamental “para combatir la ignorancia que alimenta el miedo, que permite atizar el odio, como algunos hacen actualmente en Europa, equiparando la violencia terrorista con una religión».

El Premio ICIP Constructores de Paz se convoca anualmente y consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, activista y artista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta del Sol, y una dotación económica de 4.000 euros.

Anteriores galardonados con el Premio ICIP
El Premio ICIP Constructores de Paz nació el año 2011, con una edición extraordinaria que galardonó al Parlamento de Cataluña al representar la continuidad y el legado de las instituciones «Pau i Treva» i el «Consolat del Mar». Aquel mismo año, la primera edición regular del premio reconoció la lucha de objetores e insumisos, simbolizados en Pepe Beúnza, primer objetor de conciencia al servicio militar obligatorio por razones ideológicas del Estado español.

Posteriormente, el año 2012, el Premio ICIP fue concedido a cinco Madres de Soacha por su trabajo en favor de la paz y los derechos humanos en Colombia. Con este Premio, el ICIP quiso reconocer su coraje y su perseverancia en la búsqueda de verdad, justicia y reparación por la muerte de sus hijos en manos de fuerzas de seguridad del Estado y por otros casos de ejecuciones extrajudiciales conocidos como falsos positivos.

El año 2013, el Premio ICIP Constructores de Paz galardonó el exgeneral nacido en Belgrado Jovan Divjak, por su coraje en la defensa de Sarajevo durante la Guerra de los Balcanes y su trabajo en favor de las víctimas del conflicto.

Finalmente, en el 2014, el Premio ICIP Constructores de Paz reconoció a la organización WILPF (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, en sus siglas en inglés) por su trayectoria de cien años en el trabajo de mujeres por la paz.

Actualmente más de 60.000 personas han participado en un proceso de reinserción a la sociedad civil después de haber formado parte de grupos armados en Colombia. Este proceso, lejos de acabarse, deberá repetirse con entre 8.000 y 15.000 personas más que todavía están movilizadas a medida que avanzan los acuerdos de paz en el país. Un ejemplo del éxito de este proceso son las cerca de treinta mujeres ex combatientes que han participado al proyecto ‘Mujeres Gestoras de Paz’, impulsado por el Museo Casa de la Memoria de Medellín con el objetivo de empoderar las mujeres involucradas en el conflicto con nuevas actitudes y habilidades para que participen en los procesos de construcción de paz y reconciliación en sus comunidades.
Para conocer de primera mano sus experiencias, el martes 5 de abril se celebró en Barcelona el acto “Experiencias de reintegro en Colombia”, en el marco del Ciclo Paz en Colombia organizado por el ICIP y Casa América Cataluña. Cerca de unos cuarenta asistentes pudieron escuchar los testimonios de Leidy Marisa Montoya, ex guerrillera de las FARC, y Gloria Patricia Castañeda, ex paramilitar del grupo AUC, acompañadas por Adriana Valderrama, directora del Museo Casa de la Memoria de Medellín; Carolina Betancur, responsable de alianzas del museo; y Rafael Grasa, presidente del ICIP.
Valderrama remarcó la importancia del museo que dirige, tanto para Colombia como para las comunidades colombianas que viven fuera del país. “Medellín es una ciudad puntera en programas de víctimas y de paz y reconciliación, pero el Museo también itinera por el territorio, ya que acompañar las regiones lejanas en la creación de espacios de reconciliación es una de nuestras responsabilidades”, expresó. En la misma línea, Betancur apuntó que el objetivo del proyecto es “dar a conocer experiencias de esperanza en medio del proceso de paz”. “El museo recoge memorias de las víctimas y de los victimarios. Es una casa física, pero también tiene proyectos comunitarios con voluntad pedagógica, como ‘Mujeres Gestoras de Paz’, que se centra en el rol de la mujer durante los años de violencia”, explicó.
Un ejemplo de estas “experiencias de esperanza” es el caso de Leidy Montoya, que se desmovilizó en el año 2008. La exguerrillera entró en las FARC cuando tenía 13 años para alejarse de una situación familiar difícil. Optó por esta vía porque la guerrilla era quien controlaba la zona donde vivía y la vio como la única salida posible a su situación familiar. “Fue una mala decisión de niñez”, se lamentó. Diez años después de tomar aquella decisión, Montoya decidió cambiar de vida; ahora trabaja con abuelos de su comunidad reconstruyendo memoria gracias al proceso de reintegro y a su participación en el proyecto del Museo. “Ha sido la experiencia más bonita y enriquecedora del proceso de reconciliación. Me llenó de muchas ideas y me curó muchas heridas de la guerra”, explica sobre ‘Mujeres Gestoras de Paz’. “Te da la capacidad de hablar con diversas mujeres sobre experiencias muy diferentes y creas lazos de amistad muy bonitos. Estuvimos en conflictos diferentes, pero ha sido posible construir la paz entre nosotros”.
Por su parte, Gloria Castañeda ingresó en las AUC a los 28 años por motivos económicos. En aquella época no conseguía encontrar trabajo y un amigo que tenía una clínica donde cumplía “funciones sociales” para los grupos armados le propuso acceder. Castañeda aceptó y estuvo trabajando con combatientes durante 5 años, hasta que los decisores del grupo desmovilizaron algunos de sus miembros. Tiempo después de ser desmovilizada, la ex paramilitar entró en el proyecto ‘Mujeres Gestoras de Paz’ que valoró especialmente para tener en cuenta “la parte humana, que no estaba en el proceso de reintegro del gobierno, más centrado en la educación, el acceso a la sanidad, el trabajo… Son aspectos importantes, pero también lo es aquello que tienes dentro”. Sobre su experiencia de reintegro destacó que con las otras mujeres hablan “de heridas del pasado, de aquello que perdimos estando en la guerra y de aquello que nos perdimos al ir. La parte humana siempre se pierde en todos los procesos, por eso estoy muy contenta de participar en este proyecto, porque si que la tiene en cuenta.”
Retos de convivencia
Durante el proceso de reintegro, las personas desmovilizadas viven diversos retos de convivencia. Volver a la comunidad donde vivieron antes de unirse a los grupos armados, reconocer los actos pasados y aprender a aceptarlos, son aspectos que se tienen que trabajar en el día a día. “En el retorno a mi pueblo, diversos familiares de paramilitares expulsados me señalaban por la calle, aunque yo no tenía nada que ver. Ahora, yo y los tres desmovilizados de mi pueblo ya participamos en la comunidad y no hay ningún tipo de rechazo”, explicó Montoya. En cambio, el proceso de aceptación de los hechos pasados fue complicado. “Fue muy duro reconocer mis actos. La decisión de entrar en las FARC fue una decisión de niñez que seguramente no repetiría”, reconoció la ex guerrillera.
Para Castañeda el primer paso del proceso fue “aceptar que entré en el grupo sin saber a qué se dedicaba y después asumir mis actos. Ser capaz de pedir perdón si alguien me reclama alguna cosa. Al principio no encuentras palabras para justificar qué hiciste. Con el tiempo vas asumiendo que tienes que empezar de nuevo, construirte un futuro. En el proceso de reintegro se te abren muchos espacios, pero tienes que luchar por conseguirlo. Tienes que actuar.”
Las dos ex combatientes no dudaron cuando fueron preguntadas sobre qué pasos se tendrían que seguir para conseguir reintegrar con éxito a los miles de personas movilizadas que todavía hay en Colombia. “Hablar con los jóvenes es uno de los pasos para la no repetición, que vean todo el tiempo que perdimos”, opinó Montoya. Sobre el papel de las víctimas en el proceso añadió: “No ha habido encuentros, pero sería importante que en algún momento hubiera un espacio para interactuar con las víctimas para poder explicar en qué circunstancias tomamos la decisión de entrar en los grupos armados y como te veías obligada a cumplir todo aquello que te mandaban.”
Castañeda, por su parte, criticó que las rutas de reintegro “eran iguales para todo el mundo, hombres y mujeres. El nuevo proceso de desmovilización lo tendría que tener en cuenta, ya que para los hombres es más fácil encontrar trabajo y en cambio, las mujeres, que normalmente tienen menos estudios, se quedan en casa.” También remarcó la importancia del acompañamiento durante todo el proceso y como debería ser el acercamiento a la sociedad civil. “El acercamiento no se tiene que hacer diciendo ‘Soy una desmovilizada’. Se tiene que mostrar con acciones para mejorar las cosas que se dañaron en la comunidad. Este es el camino para ser aceptada”, concluyó.
Montoya aportó la nota final de optimismo al reflexionar sobre los casos de éxito de ‘Mujeres Gestoras de Paz’. “Hay que seguir avanzando. Nuestra experiencia dando a conocer el proyecto por todo el mundo puede ser útil para otras personas. Somos el reflejo de que quien quiera desmovilizarse no tiene que tener miedo”.
Vídeo del acto