Autor: whads

Este jueves, 26 de septiembre, se ha proyectado en los cines Méliès de Barcelona el documental Retratos de familia, un trabajo de la directora colombiana Alexandra Cardona Restrepo sobre la lucha del grupo de Madres de Soacha de Colombia. El documental cuenta el sufrimiento de este grupo de madres por la desaparición y ejecución extrajudicial de sus hijos -por parte de miembros del ejército-, y pone el acento en su valentía para luchar por la verdad, para que se haga justicia y para que los hechos no queden en la impunidad.
Después de la proyección, el público ha tenido la ocasión de conversar con la directora del documental. Alexandra Cardona Restrepo ha explicado que, para ella, el contacto con este grupo de madres ha sido un gran aprendizaje: «Nos han dado una lección. Vienen de familias pobres, se suponía que nadie buscaría a estos chicos, pero ellas los desenterraron y los trajeron a casa. Han luchado para que su tragedia no se repita. No quieren venganza, piden justicia».
Según explica la directora, Retratos de familia quiere remover conciencias: «Mientras continúe el clima de violencia aterradora en Colombia, hay que despertar conciencias y el cine es una herramienta muy útil para hacerlo. Todos podemos contribuir a la paz, a la construcción de una paz duradera. Todos, excepto los guerrilleros y los políticos corruptos, que ya han demostrado que no pueden».
A la proyección también ha asistido el presidente del ICIP, Rafael Grasa, conocedor del conflicto colombiano. Grasa ha emplazado al público a ser consciente que, precisamente ahora, – cuando el proceso de paz en Colombia está en construcción- «es más importante que nunca mantener la solidaridad con el pueblo colombiano y luchar contra la impunidad», para que hechos como los de Soacha, una clara vulneración de los derechos humanos, no caigan en el olvido.
Retratos de familia ha recibido hasta ahora una gran aceptación por parte del público. Próximamente hay previstas más presentaciones del documental en Colombia.
La proyección en los cines Méliès de Barcelona ha sido organizada por el ICIP, la Taula per la Pau i els Drets Humans a Colòmbia y el Institut de Drets Humans de Catalunya.

Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Paz, el ICIP ha hecho público un nuevo proyecto audiovisual, coproducido con el Col·lectiu Contrast, que tendrá continuidad a lo largo del próximo año. Se trata del proyecto ‘Cápsulas de paz’ , que tiene por objetivo mostrar la diversidad de visiones y expectativas que se proyectan sobre la palabra Paz. Así, personas de todo el mundo -activistas por la paz y académicos- responden a la pregunta: ¿Qué es para ti la paz? poniéndola en relación con la experiencia vivida en países en conflicto o con su compromiso contra la guerra y con la construcción de la paz.
Partiendo de un primer vídeo de presentación , se inicia la publicación de una cápsula de paz semanal en la web del ICIP, donde un personaje explica su percepción de la paz. Las 52 cápsulas publicadas a lo largo de un año quedarán en este espacio web y en el canal Youtube del ICIP .

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Paz, el 21 de septiembre, el ICIP ha hecho público como cada año su declaración institucional (documento en catalán), el texto que marca las prioridades del Instituto para los próximos meses. Con el lema ‘Educar para la paz, construir la paz’, la declaración pone el énfasis en la educación como vía para construir la paz: «Educar para la paz y construir la paz son dos elementos indestriables. Ambos trabajos significan trabajar a muy largo plazo, generar empatía, modelar convicciones de paz y de democracia, interiorizar procedimientos, alterar en sentido positivo algunas prácticas culturales muy arraigadas».
Con esta declaración, el ICIP se compromete a situar la educación para la paz en el centro de sus actividades para el curso que empezamos, mediante nuevas publicaciones, la organización de un seminario y también a través del proyecto conjunto con el PRIO noruego sobre soberanía imaginada.
La declaración también sitúa la educación para la paz como un elemento clave para superar las dificultades de encaje entre Cataluña y España: «Hay que cerrar bien los conflictos, ser radical -yendo a las raíces- y hacer que todas las partes salgan reforzadas. Y eso sólo será posible si se apuesta para asegurar el futuro, lo que implica consultar democráticamente la voluntad de la sociedad catalana y aceptar los resultados».

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Paz, el 21 de septiembre, el ICIP ha hecho público como cada año su declaración institucional (documento en catalán), el texto que marca las prioridades del Instituto para los próximos meses. Con el lema ‘Educar para la paz, construir la paz’, la declaración pone el énfasis en la educación como vía para construir la paz: «Educar para la paz y construir la paz son dos elementos indestriables. Ambos trabajos significan trabajar a muy largo plazo, generar empatía, modelar convicciones de paz y de democracia, interiorizar procedimientos, alterar en sentido positivo algunas prácticas culturales muy arraigadas».
Con esta declaración, el ICIP se compromete a situar la educación para la paz en el centro de sus actividades para el curso que empezamos, mediante nuevas publicaciones, la organización de un seminario y también a través del proyecto conjunto con el PRIO noruego sobre soberanía imaginada.
La declaración también sitúa la educación para la paz como un elemento clave para superar las dificultades de encaje entre Cataluña y España: «Hay que cerrar bien los conflictos, ser radical -yendo a las raíces- y hacer que todas las partes salgan reforzadas. Y eso sólo será posible si se apuesta para asegurar el futuro, lo que implica consultar democráticamente la voluntad de la sociedad catalana y aceptar los resultados».

La Junta de Gobierno del ICIP ha decidido de manera unánime conceder el Premio ICIP Constructores de Paz 2013 a Jovan Divjak, «por su coraje, como militar, en desobedecer las órdenes del Ejército Popular Yugoslavo y defender Sarajevo durante el asedio de la Guerra de los Balcanes, y posteriormente, por su dilatada tarea cívica, con distintas iniciativas a favor de las víctimas de la guerra».
La decisión se ha hecho pública el viernes 20 de septiembre, en el acto de conmemoración del Día Internacional de la Paz, que se ha celebrado en la sede social del ICIP.
El Premio ICIP Constructores de Paz consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta del Sol, y una dotación económica de 4.000 €. El galardón se entregará en una cerimonia que tendrá lugar en el Parlament de Catalunya el primer trimestre del año 2014 y que contará con la participación del premiado.
De general a constructor de paz
Jovan Divjak nació en Belgrado el año 1937 en el sí de una familia serbia originaria de la región bosnia Bosanska Krajina. La primavera de 1992, cuando empezó el asedio en Sarajevo, Divjak recibió la orden de Belgrado de salir de la ciudad. Él la rehusó y abandonó el Ejército Popular Yugoslavo para servir como comandante en el Ejército de la República de Bosnia y Hercegovina, en un acto de desobediencia y de compromiso con los que sufrían la agresión. Desde esta nueva posición, Divjak supervisó y coordinó la defensa de Sarajevo – símbolo de la multietnicidad- ante el ataque de las tropas serbias, lideradas por el general Radovan Karadzic. Por esta valerosa actitud se lo conoce como ‘el serbio que defendió Sarajevo’, aunque él mismo se define como bosnio nacido en Belgrado, y es considerado un héroe nacional en Bosnia.
Una vez retirado de la carrera militar, en 1994, Divjak participó en la fundación de la asociación OGBH («La Educación construye Bosnia y Hercegovina»), de la cual es director ejecutivo. La asociación trabaja para garantirzar la escolaridad de todos los niños víctimas de la guerra de Bosnia, independientemente de su etnia, proporcionándolos becas y soporte material. Por su tarea en la asociación, Divjak ha recibido numerosos reconocimientos locales e internacionales.´
Commemoración del Día Internacional de la Paz
El anuncio del Premio ICIP se ha hecho público durante el acto de commemoración del Día Internacional de la Paz, en el que el vicepresidente del ICIP, Alfons Banda, ha leído la declaración institucional que marca las prioridades del Instituto para los próximos meses. Con el lema ‘Educar para la paz, construir la paz’, la declaración pone el énfasis en la educación como vía para construir la paz: «Educar para la paz y construir la paz son dos elementos indestriables. Ambos trabajos significan trabajar a muy largo plazo, generar empatía, modelar convicciones de paz y de democracia, interiorizar procedimientos, alterar en sentido positivo algunas prácticas culturales muy arraigadas».
Con esta declaración, el ICIP se compromete a situar la educación para la paz en el centro de sus actividades para el curso que empezamos, mediante nuevas publicaciones, la organización de un seminario y también a través del proyecto conjunto con el PRIO noruego sobre soberanía imaginada.
La declaración también sitúa la educación para la paz como un elemento clave para superar las dificultades de encaje entre Cataluña y España: «Hay que cerrar bien los conflictos, ser radical -yendo a las raíces- y hacer que todas las partes salgan reforzadas. Y eso sólo será posible si se apuesta para asegurar el futuro, lo que implica consultar democráticamente la voluntad de la sociedad catalana y aceptar los resultados».

La biblioteca del Instituto Catalán Internacional para la Paz, situada en la Gran Vía de las Corts Catalanes 658, bajos, de Barcelona, vuelve a abrir las puertas a los usuarios el lunes 2 de septiembre en su horario habitual (de lunes a jueves de 9.00 a 14.00 rnes y de 15.00 a 18.30; y viernes de 9:00 a 14:00).
La biblioteca del ICIP es un centro especializado en temas de cultura de paz, seguridad y conflictos, de referencia en este ámbito en Cataluña, y tiene como finalidad permitir y favorecer la investigación en estas temáticas.
La biblioteca da apoyo al ICIP y a investigadores y expertos en el campo de la paz. Forma parte de la red de bibliotecas especializadas de la Generalitat y está en contacto permanente con instituciones y centros similares de todo el mundo.

Actualmente, en todo el mundo, hay cerca de 20.000 armas nucleares, 2.000 de las cuales están preparadas para ser utilizadas en cuestión de minutos. Son los instrumentos más destructivos y de efectos indiscriminados que se han creado, efectos devastadores a nivel médico, medioambiental, social y también cultural. La capacidad nuclear actual, en manos mayoritariamente de los Estados Unidos y Rusia, es equivalente a 100.000 bombas como la de Hiroshima y podría acabar con la vida del planeta varias veces. Una realidad peligrosa que se ha puesto de manifiesto en el debate organizado este mediodía en Barcelona por el Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), FundiPau y el Centro Delàs de Estudios por la Paz, en el marco de la Semana de Abolición de las Armas Nucleares.
El acto ha contado con la participación del investigador del Hiroshima Peace Institute, Robert Jacobs, que se ha centrado en los efectos que tienen las pruebas nucleares y los accidentes en centrales de este tipo. Y es que desde el año 1945 se han hecho hasta 2.000 pruebas con armamento nuclear en todo el mundo, lo que conlleva radiaciones con graves consecuencias sobre la población a largo plazo. Consecuencias a nivel de salud – la lluvia de partículas radiactivas contamina el ambiente y provoca enfermedades como el cáncer – pero también a nivel social y cultural. Según explica Jacobs, ‘en muchas zonas donde se han hecho experimentos nucleares, la población ha tenido que ser evacuada, y esto quiere decir desconectarla de su estilo de vida, de sus tradiciones, perder la independencia social y la dignidad, puesto que pasan a ser personas identificadas como contaminadas’.
Colonialismo nuclear
A lo largo de la historia nuclear, quien más ha sufrido las consecuencias de las radiaciones son las poblaciones más marginadas socialmente, lo que Jacobs denomina colonialismo nuclear: ‘Francia no ha hecho las pruebas cerca de París, sino en Argelia y Polinesia; Rusia las ha hecho en Kazakhstán, donde aún la gente vive en pueblos contaminados y come carne de caballo contaminada’.
La prohibición, única solución
En el acto se ha puesto de relieve que los peligros de las armas nucleares se deben a su propia existencia y que la única garantía contra su proliferación es eliminarlas. En este sentido, el investigador del Centro Delàs de Estudios para la Paz, Xavier Bohigas, ha destacado que ‘las bombas nucleares son un peligro aunque no se utilicen, puesto que los elementos que se usan para su fabricación ya son altamente radiactivos’. Bohigas ha añadido también que este tipo de bombas son una ‘aberración’ por el tipo de gasto que representan (105 mil millones de dólares, el año 2011) y por esto ha constatado que la único solución pasa por prohibir el armamento nuclear.
En el mismo sentido se ha expresado el director de FundiPau, Jordi Armadans, miembro -junto al Centro Delàs- de la Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), una red de organizaciones no gubernamentales presente en 60 países que defiende la necesidad de un tratado de prohibición de este tipo de armamento. Para Jordi Armadans, el objetivo de la campaña es ‘terriblemente ambicioso’, teniendo en cuenta que se han necesitado 15 años de lucha para regular las armas convencionales con el reciente Tratado de Comercio de Armas. A pesar de las dificultades, Armadans afirma que hay que intentar conseguir el reto y destaca la participación activa del movimiento por la paz en esta campaña. Actualmente, 150 países dan apoyo a la prohibición de las armas nucleares.