Lleida, la primera ciudad del mundo en aprobar una moción para reconocer el exilio colombiano

El Ayuntamiento de Lleida ha aprobado por unanimidad en el pleno municipal del viernes 30 de julio una moción de reconocimiento a la población colombiana exiliada y migrada residente en la ciudad y en las tierras de poniente.

La propuesta ha contado con el apoyo del conjunto de los grupos políticos municipales, con los votos favorables de ERC-AM, PSC, JxCat Lleida, Comú de Lleida, Cs y el PP.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la Coordinadora de ONGD y otros Movimientos Solidarios de Lleida y articulada con el Nodo Catalunya de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia y el ICIP (Instituto Catalán Internacional para la Paz).

Según Carmen Campoy, miembro de la junta de la Coordinadora de ONGD, «el trabajo de la diáspora colombiana – cerca de 3000 personas migrantes y exiliadas en Lleida – nos sirve de ejemplo a seguir para trabajar para la convivencia, la cohesión social y la paz».

«Es fundamental que la ciudadanía leridana y sus instituciones reconozcan y acompañen el trabajo hacia la construcción de una paz estable y duradera en Colombia por parte de la diáspora y las víctimas del conflicto armado residentes en la ciudad», afirma.

La dignidad de las víctimas

La moción aprobada pone el foco en la dignidad de las víctimas, y que sus procesos de resistencia y resiliencia, sus aportaciones a la paz en Colombia y en la sociedad leridana sean reconocidos públicamente por las instituciones y las sociedades de acogida.

El texto aprobado «reconoce las aportaciones de las organizaciones de la sociedad civil en Lleida para una paz sostenible y duradera en Colombia y el apoyo a la población migrada y exiliada». También se acuerda realizar un encuentro con representantes de la diáspora y el exilio colombiano, y con organizaciones de apoyo en Lleida, «para el reconocimiento público de su dignidad, trabajo y aportaciones a la paz en Colombia y su sociedad de acogida».

Según el padrón municipal, en Lleida viven un total de 2.952 personas colombianas (1.553 mujeres y 1.399 hombres). Esta cifra supone el 2,1% de la población de la ciudad.

Durante los últimos meses, el ICIP y el Nodo Catalunya han organizado unos talleres con la población colombiana de Lleida, en coordinación con la Regidoria de Educación, Cooperación, Derechos Civiles y Feminismos de la Paeria y la Coordinadora de ONGD.

Estos talleres permitieron informar sobre el proceso de paz en Colombia y sobre los derechos de las víctimas, así como identificar las necesidades específicas de la comunidad colombiana en la capital del Segrià.

Una de las personas que participó en este proceso es Marina Camargo Jinete, residente en Alcarràs desde hace tres años y víctima del conflicto armado. En la presentación de la moción en el pleno municipal, Camargo habló de su experiencia como persona asilada en la província de Lleida:

«La población colombiana que se encuentra radicada en Lleida está muy agradecida por la acogida y la calidad humana como somos tratados. Estamos aquí para decir gracias de parte de las personas refugiadas. Para la población colombiana esta moción es como un árbol que nos da cobijo y que nos ayuda a sentirnos amparados, protegidos y acogidos entre el pueblo catalán», asegura.

Durante el pleno municipal también participó María Rosario Vásquez, portavoz del Nodo Catalunya, quien cerró su intervención hablando del efecto reparador que esta moción tiene para las víctimas residentes en Cataluña.

Un proceso pedagógico liderado por el ICIP

Uno de los principales impulsores de la moción aprobada el viernes es el ICIP.

Desde el 2018, la institución actúa como Secretaría Técnica en Europa de la Comisión de la Verdad de Colombia. Su función es propiciar que cualquier víctima del conflicto pueda aportar su testimonio y vincularse a la reconstrucción de la memoria histórica y la reconciliación. También se busca que las sociedades de acogida se familiaricen con el proceso de paz de Colombia y las personas colombianas que viven entre nosotros. En esta línea se han creado 15 nodos o espacios de participación ciudadana en 10 países europeos. El Nodo Catalunya es uno de los más activos.

En este marco, el ICIP ha propuesto impulsar mociones municipales de apoyo a las víctimas residentes en el extranjero. Lleida es la primera ciudad del mundo que ha apoyado esta iniciativa y se convierte, así, en un referente internacional para otras ciudades e instituciones internacionales.

«Hay poca conciencia de que entre nosotros viven personas que han sido víctimas de una guerra, que han tenido que rehacer su vida social y profesional en otro país. Queremos reconocer el valor y la dignidad de estas personas y facilitar su integración en Lleida», comenta Ana Isabel Barrera, también víctima colombiana y técnica del área de Memoria, convivencia y reconciliación del ICIP.

Un acuerdo de paz histórico

Tras 50 años de guerra, el 26 de septiembre de 2016 el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un histórico Acuerdo de Paz.

Como producto del Acuerdo se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, para identificar los patrones y causas del conflicto armado y satisfacer el derecho de las víctimas y de la sociedad a la verdad, la justicia, la reparación y prevenir, así, nuevas guerras. La Comisión presentará su informe a finales de este año.

Según la Comisión de la Verdad, de los más de 5 millones de personas colombianas que viven en el exterior, al menos 500.000 han sido víctimas de la guerra.

El ICIP recibe a un grupo de defensoras de los Derechos Humanos acogidas en Cataluña

El lunes 5 de julio, el ICIP recibió a tres de las participantes de la edición de este año del Programa Catalán de Protección a las Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos. Las cuatro defensoras, procedentes de México, Colombia y Filipinas, están acogidas en Cataluña durante seis meses.

Las defensoras acogidas son un grupo de activistas en los ámbitos de los derechos del colectivo LGBTTIQ+, el acceso a la justicia y la lucha contra la tortura, las desapariciones forzadas vinculadas al derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, así como los derechos de los pueblos indígenas.

Las cuatro defensoras se encuentran en situación de riesgo en sus países por la labor de defensa de los derechos humanos que llevan a cabo, y esta reubicación temporal permitirá reducir la tensión en la que viven, ofrecer un espacio de cuidado y seguridad orientado a su recuperación y descanso, así como reforzar su lucha a través del fortalecimiento de capacidades y la ampliación de su red de apoyo.

Contra la tortura

Este es el caso de Susana de la Cruz, una activista tsotsil originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Su trabajo se ha centrado en impulsar acciones de defensa jurídica y política para la libertad de personas indígenas injustamente presas y en visibilizar las violaciones de derechos humanos y discriminación que sufren los pueblos originarios, el despojo territorial y el desplazamiento forzado.

«Aunque Chiapas es territorio indígena, somos pisoteados. Me molesta muchísimo que haya tanta injusticia. La mayoría de población es indígena y llegará un momento en que toda esta cultura la van a desaparecer», aseguró.

«Sabemos que estamos luchando por lo que es justo y como personas indígenas, tenemos derechos. Exigimos justicia. Se nos ha negado la justicia desde hace muchos años», añadió.

La activista de Chiapas Susana de la Cruz durante el acto en el ICIP.

Derechos de las mujeres trans

Otra de las defensoras que visitó el ICIP es una mexicana que lucha en contra de las discriminaciones de las mujeres trans en su país de origen. En 2015 fue la primera mujer trans de su estado que pudo cambiar de identidad, después de más de cuatro años de lucha.

A lo largo de su trayectoria, esta defensora ha colaborado con diversos colectivos de la comunidad LGBTTIQ+, pero ha sido amenazada y agredida, especialmente desde que el año pasado anunció que se presentaría a las elecciones para la alcaldía de su municipio.

«Lo que hago como activista es dar visibilidad a la comunidad trans y luchar contra el estigma que la sociedad nos ha impuesto», explicó en la biblioteca del ICIP.

«Ser defensora, y vivir en México, es muy difícil. Como defensora de la comunidad trans, no hay acceso a la salud o a otras muchas cosas. Hay mucho machismo todavía. Yo sobreviví a un intento de femicidio. No hay justicia», explicó.

La defensora mexicana, de espalda para no ser reconocida, hablando al equipo del ICIP.

La tercera participante en este acto fue la colombiana Luz Marina Hache, líder sindical durante 45 años y víctima de desaparición forzada de su compañero, Eduardo Loffsner Torres.

Hache hizo un repaso histórico a algunos de los acontecimientos más destacados del conflicto colombiano ante el equipo del ICIP.

Una estancia de seis meses

Durante su estancia en Cataluña, las defensoras siguen un programa definido a partir de sus necesidades y preferencias, que incluye atención psicosocial, formación y sensibilización. Asimismo, desde el primer momento, se está trabajando para procurar un retorno seguro a su país de origen.

El programa está impulsado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, y colabora la Secretaría de Igualdad, Migraciones de la Generalitat.

La Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado es la entidad gestora del proyecto y las entidades que han presentado candidaturas en esta edición son la Asociación Catalana por la Paz, la Taula per Mèxic y el Colectivo Maloka.

El equipo del ICIP y las Defensoras de Derechos Humanos al finalizar el acto en la biblioteca.

Publicado el primer Plan de Igualdad de Género del ICIP

La igualdad y el cuidado forman parte de los valores intrínsecos del Instituto Catalán Internacional par la Paz (ICIP) y la perspectiva de género es una herramienta transversal para orientar la actuación de la institución, en las diferentes líneas de trabajo. Es por este motivo que el ICIP se ha querido dotar de su primer Plan de Igualdad de Género, elaborado de forma participativa con las quince personas que configuran el equipo humano.

El plan tendrá vigencia hasta el 2025 y nace con los siguientes objetivos:

■Garantizar la igualdad de oportunidades efectiva entre los y las trabajadoras del ICIP;
■ Promover la integración de la perspectiva de género en la cultura y gestión organizativa del ICIP;
■ Promover los valores de la igualdad de género, la inclusión y el respeto a la pluralidad entre la plantilla y con las empresas y personas externas con quien trabaja el ICIP.

Metolodogía utilizada

La elaboración del Plan de Igualdad del ICIP se ha llevado a cabo siguiendo la metodología que se propone desde la Dirección General de Igualdad del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Catalunya, y teniendo en cuenta la normativa vigente a nivel estatal y autonómico.

El plan se ha elaborado a partir de la diagnosis realizada entre los meses de octubre de 2020 y febrero 2021, y teniendo en cuenta la normativa vigente con respecto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y planes de igualdad. Incluye un total de 32 medidas, de 10 ámbitos temáticos.

Para el desarrollo del plan se ha constituido una comisión negociadora integrada por un representante de la institución, el representante de las personas trabajadoras y dos miembros adicionales, con funciones de secretaría y coordinación y expertas en temas de igualdad.

El Plan de Igualdad de Género del ICIP es aplicable a cualquier persona que preste servicios al ICIP; incluye a las personas trabajadoras, sea cuál sea su vínculo con la entidad, las personas que conforman la Junta de Gobierno, los y las estudiantes que estén realizando estancias de prácticas a la institución y también las terceras personas que presten servicios al ICIP, ya sea mediante un contrato del que son adjudicatarias o mediante la empresa en la cual están vinculadas.

El ICIP estrena una serie de podcasts sobre mujeres colombianas exiliadas y en la diáspora

El ICIP y el grupo internodal de género en apoyo a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición de Colombia han producido con Alharaca Radio Feminista ‘Semillantes’, una serie de cinco podcasts sobre mujeres colombianas exiliadas y en la diáspora.

Los podcasts se publicarán semanalmente los viernes de julio y nacen con el objetivo de mantener viva la memoria de las mujeres que se vieron obligadas a abandonar el país sudamericano por culpa del conflicto armado.

Según Sílvia Plana, responsable del proyecto en el ICIP, con estos podcasts “se busca visibilizar los principales impactos que han sufrido las mujeres que tuvieron que salir forzosamente de Colombia, así como reconocer los procesos resilientes y transformadores que han llevado a cabo desde el exterior. La idea de fondo es que sin la voz de las mujeres, la verdad no está completa”, comenta.

Los podcasts han sido producidos por Alharaca Radio Feminista, un proyecto que nació en abril de 2019 y que está hecho en su totalidad por mujeres.

Su web es una plataforma de micrófonos abiertos donde cualquier mujer puede participar. Actualmente cuentan con colaboradoras en Argentina, Colombia, México, España, Kazajistán, Uruguay, Estados Unidos, Chile e Indonesia.

Cinco capítulos que se complementan

El primer episodio de ‘Semillantes’ se estrena el viernes 2 de julio en la web del ICIP y en la de Alharaca Radio Feminista. El resto de capítulos llegarán los días 9, 16, 23 y 30 del mismo mes.

“En esos cinco podcasts, las mujeres participantes se entrecruzan, desde sus voces y aliento, llevándonos por recorridos, como su vida misma ha sido, con historias, experiencias, ritmos, saberes y emociones”, explican las responsables de la producción.

“Podemos aportar y continuar con la construcción de redes de apoyo y sororidad entre nosotras y contribuir a la divulgación y conocimiento del mandato de la Comisión de la Verdad de Colombia en Europa y del enfoque de género transversal”, añaden.

En los distintos episodios han participado mujeres colombianas que ahora residen en, Alemania, Argentina, Bélgica, Ecuador, España, Italia y Suecia.

Los capítulos también se pueden escuchar en una página especial de Alharaca Radio Feminista.

Comadres, collages y música

Los cinco capítulos se han dividido de la siguiente forma: dos especiales llamados ‘comadres’, dos collages sonoros y un especial musical.

Los capítulos ‘comadres’ recogen el encuentro entre dos mujeres que tienen cosas en común pero que no se conocen. En este caso, dos mujeres exiliadas que viven en distintos países y que conversan desde su experiencia.  

Los collages sonoros recogen las voces de distintas mujeres que hablan de su experiencia respondiendo una serie de preguntas abiertas.

Por último, el especial musical recoge la experiencia de distintas mujeres colombianas exiliadas que han optado por usar sus voces y componer canciones para narrar sus historias y caminos recorridos.

‘Semillantes’ ha sido posible gracias a la colaboración del grupo internodal de género en apoyo a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

Abierta la convocatoria del Premio ICIP Alfons Banda 2021

Este mes de junio se ha abierto la convocatoria del Premio ICIP Alfons Banda 2021, que tiene como objetivo recompensar los trabajos de investigación de los alumnos y alumnas de segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de educación postobligatoria (bachillerato y ciclos formativos de grado medio y superior) centrados en la construcción de la cultura de paz, la vulneración o defensa de los derechos humanos y el uso de la noviolencia como herramienta de transformación social.

El Premio ICIP Alfons Banda forma parte de los Premios de Investigación Joven que convoca la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) con el objetivo de fomentar el espíritu científico de la juventud.

Los y las alumnas interesadas en participar pueden presentar sus trabajos hasta el lunes 4 de octubre a las 14:00 (hora local de Barcelona).

Como en las ediciones anteriores se otorgaran dos premios de 850 euros cada uno. En la edición de 2020 han sido premiados los trabajos de investigación «Tornen les serps però muden les pells» de Joan Subirachs Garcia, ex alumno de la Escuela Daina Isard de Olesa de Montserrat y «Les oblidades del conflicte oblidat», de María Bouabdellah Shaima, ex alumna del Instituto José Brugulat de Banyoles.

Vídeo sobre el espíritu del premio y el legado de Alfons Banda en el campo de la educación y la cultura de paz

Lanzamiento del documental ‘Reescribiendo el exilio’

Contribuir a que el exilio colombiano salga del anonimato. Este es el objetivo principal del documental Reescribiendo el exilio, un film producido por el ICIP y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición que ya se puede ver de forma gratuita en Internet.

En el corto, de 21 minutos, se entrecruzan las historias de hijos e hijas de exiliados colombianos que viven en diferentes países europeos y que, como consecuencia del conflicto armado colombiano, crecieron -o nacieron- en otros territorios y culturas.

El documental ha sido dirigido por Mónica Granda Restrepo, una realizadora y periodista colombiana exiliada en Suiza.

«El documental habla de ponerle palabras a este exilio. Realmente, lo que ha pasado en Colombia es que estas historias son desconocidas y han sido silenciadas, no sólo en el interior del país sino también en el exterior. En Colombia nadie sabe que tenemos exiliados y en el exterior, cuando yo digo que soy exiliada colombiana, la gente me mira con cara extraña. No se entiende muy bien por qué», apunta la directora.

Reescribiendo el exilio recoge los testimonios de Nicolás, Karim, Alejandra y Andrea y muestra imágenes grabadas en el encuentro de segundas generaciones realizado en Bilbao en 2019, en el marco del trabajo realizado por parte de la Comisión de la Verdad.

«Desde pequeños hemos tenido historias paralelas, pero diferentes. Es algo que no todo el mundo entiende. Durante el encuentro que se ve en el documental, conectamos como si nos conociéramos de toda la vida y muchos era la primera vez que nos veíamos. Ha sido un proceso largo y con mucha incertidumbre, pero gracias a estas experiencias brindadas por la Comisión de la Verdad hemos podido entender un poco más nuestra situación personal y la situación del pueblo colombiano», explica Nicolás Forero Rodríguez, uno de los jóvenes protagonistas del film.

El documental se presentó el 5 de junio en un acto a través de Internet en el que participaron la directora del film y varios integrantes del grupo de segundas generaciones en el exilio. Durante la presentación los jóvenes hablaron sobre el pasado, el presente y el futuro de los hijos e hijas de aquellas personas que tuvieron que salir forzosamente de Colombia.

El evento fue moderado por Silvia Plana, una de las responsables del área de trabajo Memoria, convivencia y reconciliación del ICIP. Se puede recuperar el canal de YouTube de la Comisión de la Verdad.

Reescribiendo el exilio ha sido posible gracias a la colaboración del ICIP, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y la Comisión de la Verdad de Colombia.

El ICIP organiza un taller de diálogo para jóvenes influyentes vinculados a diferentes partidos políticos y la sociedad civil

Un grupo de once jóvenes con cargos de responsabilidad en partidos políticos y organizaciones sociales han tomado parte en un taller de formación en capacidades de liderazgo organizado por el ICIP. El objetivo del taller ha sido fortalecer las capacidades de diálogo respetuoso desde la discrepancia.

En total, se han hecho cuatro sesiones de formación, de cuatro horas cada una, los días 14, 15, 21 y 22 de mayo. Han participado líderes de:

Según el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, «los retos políticos y sociales a nivel global requieren una nueva forma de entender los liderazgos y la capacidad de convivir en la discrepancia de forma constructiva». Herbolzheimer considera que «este ejercicio genera un tipo de conversaciones diferentes a la confrontación política habitual y ayuda a tomar conciencia sobre perspectivas diferentes a las propias».

Después de los cuatro días de actividades, el grupo ha valorado de forma muy positiva los talleres promovidos por el ICIP. «Han sido unas jornadas donde se han planteado diferentes conflictos internos, sociales y organizativos y mediante el trabajo individual y en grupo hemos podido desarrollar las capacidades de liderazgo idóneas para hacer frente a estos retos presentes y futuros», resume Olympia Arango, vicepresidenta de deba-t.org.

La formación se ha basado en la metodología del liderazgo adaptativo, desarrollada en la facultad de gobierno de la Universidad de Harvard. La propuesta convoca a un grupo de personas con perspectivas diversas, incluso enfrentadas, y los invita a participar en unos ejercicios de análisis, reflexión y práctica en tiempo real. Esto puede implicar conversaciones e ideas desafiantes que hagan reflexionar sobre valores y suposiciones profundamente arraigadas, y ganar claridad sobre cómo ampliar las opciones y capacidades de análisis e intervención en espacios y sistemas políticos. Uno de los retos más significativos para las personas participantes es presentar y someter a un análisis de grupo situaciones de liderazgo fallido.

Esta iniciativa ha sido promovida por el área de trabajo «Diálogo social y político» del ICIP, que tiene por objetivo ofrecer herramientas de análisis para la gestión y transformación de conflictos, con especial énfasis en la promoción del diálogo en Cataluña. En este ámbito el ICIP desarrolla diversas propuestas metodológicas con el objetivo de llegar a un mayor número de personas y organizaciones.

En la foto, de pie, de izquierda a derecha: Ignacio Rigau (Noves Generacions Catalunya), Laura Casado (Jovenes Ciudadanos), Mònica Pujadas (Creu Roja Joventut), Olympia Arango (deba-t.org), Biel López (La Forja) y Marçal Escartín (Jovent Republicà). Sentados, de izquierda a derecha: Álvaro Clapés-Saganyoles (Joventut Nacionalista de Catalunya), Daniel Martínez (Joventut Socialista de Catalunya), Pablo Jurado (Confluència Jove), Pilar Cortés (Avalot – UGT Jove) y Joan Jordi Abentín (F98).

El ICIP organiza en Lleida unos talleres para el reconocimiento a las víctimas del conflicto colombiano exiliadas en Cataluña

El ICIP, en colaboración con el Nido Cataluña de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia, ha organizado en Lleida, con el apoyo del Ayuntamiento, unos talleres para promover el reconocimiento a las víctimas del conflicto colombiano exiliadas en Cataluña. Estos talleres son una prueba piloto que se extenderá próximamente en Barcelona y que se espera poder adaptar en otros municipios de Cataluña y Europa.

Los talleres se realizaron en el Centro Cívico de Balàfia los días 24 de abril y 16 de mayo. El primero de los talleres fue un diálogo centrado en el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para las personas colombianas residentes en Cataluña. El segundo se centró en el reconocimiento, como una forma de visibilizar los impactos del conflicto armado colombiano y del proceso migratorio de las personas exiliadas y de contribuir a la dignificación de las víctimas.

Los talleres tienen como objetivo ofrecer un contexto general y herramientas suficientes para comprender y reconocer el sistema integral y los espacios de participación para víctimas en el exterior. «Buscan generar y fortalecer espacios de participación, diálogo y escucha entre la población exiliada y diáspora colombiana, organizaciones sociales y gobiernos locales que contribuyan a acciones de reconocimiento a las víctimas del conflicto armado colombiano», explica Ana Isabel Osorio, técnica del área de «Memoria, convivencia y reconciliación» del ICIP.

La actividad contó con la facilitación de María del Rosario Vásquez y Bibiana Lopera del Nido Cataluña de apoyo a la Comisión de la Verdad de Colombia.

https://twitter.com/paerialleida/status/1393984250643353608

Más talleres en junio

Durante el mes de junio está previsto que se haga un tercer taller en Lleida. Después de este proceso participativo, el objetivo es que el pleno del Ayuntamiento de la capital del Segrià apruebe una moción institucional para visibilizar los impactos del conflicto armado colombiano y del proceso migratorio de las personas exiliadas y contribuir a la dignificación de las víctimas que tuvieron que huir de Colombia a causa del conflicto armado.

El mismo mes de junio también está previsto organizar otro de estos talleres en Barcelona. Todas estas actividades quieren fortalecer el diálogo entre actores locales (población colombiana, organizaciones sociales y academia y gobiernos locales), y contribuir a la difusión del informe final que la Comisión de la Verdad publicará a finales de este año.

El proceso de reconocimiento a las víctimas forma parte de las tareas que desempeña el ICIP como Secretaría Técnica de la Comisión de la Verdad de Colombia en Europa. Las actividades cuentan con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.

El tejido asociativo en favor de la paz en el País Vasco, Premio ICIP 2022

El Premio ICIP 2022 reconoce al conjunto de iniciativas de la sociedad civil del País Vasco “por su contribución en el avance hacia la paz, el fin de la violencia política y la creación de nuevos marcos de convivencia y reconciliación”. Entre estas iniciativas, se encuentran numerosas entidades, colectivos y ONG. Algunas han tenido un papel clave en el avance hacia la resolución del conflicto, como el Foro Social Permanente o como las ya disueltas Coordinadora Gesto por la Paz y Elkarri/Lokarri.

También se incluyen entidades que trabajan en la educación para la paz, la promoción de la convivencia y los derechos humanos, agrupadas en el Foro de Asociaciones de Educación Derechos Humanos y por la Paz, con un papel destacado de Gernika Gogoratuz, Baketik o Bakeola. El premio también reconoce a la Fundación Museo de la Paz Gernika, el Foro Ciudadano Donostia, UnescoEtxea, la Fundación Fernando Buesa, Emagune, la red de mujeres Ahotsak, Eskubidez, las experiencias de diálogo protagonizadas por víctimas, como los Encuentros Ciudadanos-Memoria Lab, los Encuentros restaurativos entre presos y víctimas de ETA, o la iniciativa BatzART!.

La ceremonia de entrega del Premio ICIP 2022 se ha celebrado en el Parlamento de Cataluña el 21 de septiembre de 2022, coincidiendo con el Día Internacional para la Paz. En el acto han participado 17 representantes de los colectivos premiados y, en nombre de todos ellos, han recogido el galardón María Oianguren, directora del centro de investigación por la paz Gernika Gogoratuz, y Eneko Calle, miembro del Foro Social Permanente.

Aquí se exponen algunas de las iniciativas que destaca la candidatura galardonada:

Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria (1985-2013)

Gesto nació con el objetivo de mostrar el rechazo a la violencia y defender en primer lugar el derecho fundamental a la vida. La coordinadora salió a la calle por primera vez en 1985, haciendo del silencio su gesto para desmarcarse de la violencia en el País Vasco y en Navarra. Principalmente contra los atentados de ETA, pero también contra los ataques perpetrados por los GAL y por las acciones ilegales de los cuerpos policiales. Esta iniciativa, pionera, generó una conciencia ética en un contexto muy polarizado donde los gestos por la paz podían llegar a ser cuestionados por determinados sectores de la sociedad. El 2011, después del anuncio de cese de la acción armada por parte de ETA, la Coordinadora comunicó su disolución.

Elkarri (1992-2006) / Lokarri (2006-2015)

Elkarri nació como movimiento pacifista en 1992, con el objetivo de promover “la defensa y la movilización en favor de un modelo de solución pacífica y dialogada al conflicto o problema vasco”. Hizo bandera de la necesidad del diálogo como vía de resolución del conflicto, impulsó espacios de encuentro para promover acuerdos sociales y políticos, y puso el acento en el reconocimiento de todas las víctimas del conflicto. El 2006 la asociación se reconvirtió en Lokarri, con una apuesta clara por la solución negociada del conflicto vasco. Lokarri fue una de las entidades promotoras de la Conferencia de Aiete, en octubre de 2011, antesala del anuncio de cese de las armas por parte de ETA. La entidad dio apoyo a la negociación política entre el gobierno español y ETA y participó como facilitadora de encuentros. En 2015 Lokarri se disolvió al considerar que el proceso de paz vasco era irreversible, una vez alcanzados los objetivos de fin de la violencia de ETA y la legalización de Sortu.

Gernika Gogoratuz – Centro de Investigación pro la Paz  (1987- actualidad)

Gernika Gogoratuz (Recordando Gernika) es un Centro de Investigación por la Paz creado en 1987 en el marco del 50º Aniversario del Bombardeo de Gernika y realiza su tarea en el ámbito de la memoria y la cultura de paz. Tiene como objetivo contribuir a la construcción de paz en el País Vasco y a nivel mundial. El centro cuenta con una biblioteca especializada con 6.200 volúmenes.

Foro Social Permanente (2016 – actualidad) 

Esta iniciativa, formada por 17 organizaciones de la sociedad civil, nace en 2016 -cinco años después del alto al fuego definitivo de ETA- ante la necesidad de tratar temas fundamentales para la transición hacia la paz en ausencia de una mesa de negociación formal: el desarme de ETA, el reconocimiento de todas las víctimas del conflicto, la necesidad de acabar con la excepcionalidad de las medidas penitenciarias que se aplican a los presos y presas de ETA y la construcción de una memoria crítica con la que se pueda identificar el conjunto de la sociedad.

Foro de Asociaciones de Educación Derechos Humanos y por la Paz (2007 – actualidad)

Red de asociaciones que tiene como objetivo contribuir a la cultura de paz y la promoción de los derechos humanos. Agrupa unas veinte entidades, entre las cuales Baketik, una fundación nacida en 2006 con el fin de promover el cambio social y personal, en un sentido ético, Bakeola, una entidad dedicada a promover la convivencia, y la Fundación Fernando Buesa, constituida en memoria y homenaje a Fernando Buesa, asesinato por ETA, con el objetivo de mantener vivo su ejemplo en a favor de la cultura de la paz, la democracia y el progreso social.

Encuentros restaurativos (2011-2012)

Los llamados Encuentros restaurativos fueron encuentros entre personas que habían sufrido la violencia directa de ETA – ya sea como víctimas directas o como familiares- y personas que habían ejercido la violencia y que en aquel momento estaban cumpliendo condena. Los encuentros nacieron de la voluntad de algunos reclusos de la prisión de Nanclares de Oca de acercarse a sus víctimas, como parte de su proceso interior de separarse del ejercicio de la violencia. Entre los años 2011 y 2012 se llevaron a cabo un total de 14 encuentros entre víctimas y victimarios, con el apoyo de la Dirección de Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco y la secretaría de Instituciones Penitenciarias.

Memoria Lab (2013-2018)

MemoriaLab es un programa de participación ciudadana para la construcción social de la memoria en el País Vasco que surge en 2013 inspirado por iniciativas como Glencree 1, Bakeaz Blai 2 o BatzART! año y medio después del cese definitivo de la actividad armada de ETA. La iniciativa nació impulsada por tres organizaciones con amplia trayectoria en la cultura de la paz y los derechos humanos: Fundación Museo de la Paz de Gernika; Bakeola (Fundación EDE); y Gernika Gogoratuz. Desde el principio el programa se planteó como una lógica de laboratorio social con un doble propósito: promover la construcción social de la memoria y propiciar relaciones sociales basadas en la convivencia noviolenta y el respeto al pluralismo ciudadano y sustentadas en el diálogo democrático.

Otras iniciativas que forman parte de esta candidatura global son el Museo de la Paz de Gernika, Argituz, Ahotsak, emaGune, UnescoEtxea, Eskubidez, Fundación Fernando Buesa, Bakea Orain, Denon Artean y el Foro Ciudadano Donostia.

El auge de la extrema derecha y las luchas de las mujeres saharauis, trabajos galardonados con el Premio ICIP Alfons Banda 2020

La resolución de los Premios ICIP Alfons Banda 2020, dentro de los Premis de Recerca Jove (PRJ), ha reconocido los trabajos de investigación «Tornen les serps però muden les pells» de Joan Subirachs Garcia, ex alumno de la Escuela Daina Isard de Olesa de Montserrat y «Les oblidades del conflicte oblidat», de María Bouabdellah Shaima, ex alumna del Instituto José Brugulat de Banyoles.

En el primer caso, «Tornen les serps però muden les pells» analiza el crecimiento que han experimentado los partidos de extrema derecha en los últimos años a nivel mundial, y hace una comparación con el auge del fascismo en el siglo XX. El trabajo identifica como causas de este crecimiento la cobertura de los medios de comunicación, la antiglobalización cultural, la hegemonía del sistema capitalista o la pérdida de los valores humanos y culturales, basados ​​en la igualdad y la justicia. En España se añade la reacción a la amenaza independentista, la falta de cultura democrática y la pérdida de la memoria histórica.

En el segundo caso, «Les oblidades del conflicte oblidat» es un trabajo de investigación que parte del objetivo de conocer las luchas y resistencias de las mujeres saharauis, estudiando la historia del Sahara Occidental. La autora analiza el movimiento de lucha a través de historias personales, a partir de entrevistas realizadas sobre el terreno.

Los trabajos galardonados tienen una dotación económica de 850 euros cada uno.

Premio ICIP Alfons Banda

El Premio ICIP Alfons Banda tiene por objetivo reconocer los mejores trabajos del alumnado de ESO, bachillerato y ciclos formativos que promuevan la cultura de paz o la gestión noviolenta de los conflictos.

El galardón se enmarca en los Premis de Recerca Joves (PRJ) convocados por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) con un objetivo marco de fomentar el espíritu científico de la juventud. En la edición 2020 el jurado ha distinguido un total de 78 trabajos con un importe global de 66.300 euros.

https://twitter.com/insbrugulat/status/1392571433734266883?s=20

OPINIÓN: Colombia, la resistencia al cambio

Las marchas ciudadanas, los homicidios y desapariciones, y la tensión política ponen de manifiesto la nueva dimensión del conflicto en Colombia: un conflicto en torno al cambio, donde confluyen demandas y expectativas diversas que chocan con el poder que se resiste al cambio.

El Acuerdo de Paz de 2016 entre el gobierno y la guerrilla de las FARC es un referente clave de esta disputa. A diferencia de acuerdos en otros lugares del mundo, en la Habana no se negociaron concesiones significativas para la guerrilla, sino las condiciones para emprender reformas estructurales largamente postergadas en el país, en gran medida con la excusa de la guerra. De hecho, una vez las FARC entregaron las armas y se insertaron en la vida política, el peso de la antigua guerrilla es marginal. Se derrumbaron, así, los mitos sobre la amenaza del castro-chavismo y de las FARC como un caballo de Troya que llevaría el país a un régimen autoritario de izquierdas.

El conflicto actual se puede analizar también desde una perspectiva global, donde las crisis de salud, económica y ecológica tensionan las capacidades institucionales para ofrecer respuestas que beneficien al conjunto de la población. Una población que ha perdido la esperanza en el progreso de la sociedad y que sufre y se desespera por la brecha creciente entre minorías privilegiadas y mayorías excluidas.

Unos sectores propugnan transformaciones profundas en nuestra forma de entender el mundo y el papel que jugamos los seres humanos en el mismo y, por lo mismo, empujan por nuevos modelos económicos, sociales y también culturales. Y otros sectores, reacios al cambio, se aferran a la idea de un pasado de orden frente a lo que perciben como un futuro de caos.

Este conflicto transciende, en cierta manera, los debates históricos entre derecha e izquierda, porque hay sectores progresistas y conservadores en ambos grupos. Y porque, frente a la incertidumbre del futuro y la falta de referentes económicos y políticos, los dogmas políticos pierden fuerza por la rigidez en su análisis.

En esta encrucijada global hay dos temas fundamentales: la calidad de la democracia y las políticas públicas de seguridad.

La cultura y las instituciones democráticas son fundamentales para encauzar los conflictos sociales y políticos inherentes a la condición humana. Pero solo pueden ejercer esta función si la ciudadanía confía en ellas. Esta confianza está mermada en muchos países porque las instituciones no logran responder a las necesidades de las mayorías y son percibidas como instrumentos para consolidar los privilegios de unas minorías. En algunos países hay dudas de si el Estado se ha convertido, incluso, en un instrumento del crimen organizado.

En este contexto el concepto de seguridad toma especial relevancia: ¿qué entendemos por seguridad? ¿Seguridad de quién y frente a qué? Si el Estado no permite dirimir las diferentes propuestas políticas por cauces democráticos, las fuerzas de seguridad se convierten en un brazo protector del statu quo, ya sea en Venezuela, Hong Kong, Estados Unidos o Colombia.

Lo que sucede en Colombia estos días, entonces, es la expresión local de un fenómeno más amplio. Un estallido de hartazgo por quienes temen un futuro más negro o que ya no tienen nada que perder. También es un nuevo caso de las batallas digitales por el relato, donde cada quien esgrime un video para reforzar su posición y deslegitimar la del otro, sin tomar en consideración la visión del conjunto.

Cinco décadas de conflicto armado pesan mucho. Una cultura política colombiana muy marcada por la violencia tiene poca tolerancia y poca experiencia para lidiar con la discrepancia y posibilitar alternancias de poder. Una vez terminada la guerra con las FARC, no hay razones por las cuales el país no pueda encarar un futuro con esperanza y propiciar una mejora en las condiciones de vida para el conjunto de la sociedad.

El país necesita un nuevo marco de paz. El acuerdo del 2016 es un punto de partida que convoca a nuevas deliberaciones, a todos los niveles, para identificar y consensuar la ruta hacia un futuro mejor. Donde la paz no germine en surcos de dolores –como sugiere el himno nacional- sino como resultado de mingas de esfuerzo y compromiso colectivo e incluyente.

Kristian Herbolzheimer, director del ICIP

12 de mayo de 2021

Proyecto Ensamble LiberArte de El Salvador: la música como camino de integración y reconciliación

El ICIP ha promovido este martes 4 de mayo un encuentro con las integrantes y promotoras del proyecto musical Ensamble LiberARTE de El Salvador coincidiendo con la gira que el grupo hace por Cataluña. Se trata de una iniciativa de acompañamiento integral a chicas jóvenes que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad después de haber sido internas en centros penitenciarios. Jóvenes que ahora forman una orquesta y que a través de la música han emprendido un proyecto de vida, de integración y de reconciliación alejado de las violencias.

El proyecto lo impulsa la asociación Tiempos Nuevos Teatro (TNT) de El Salvador, que ofrece a las jóvenes participantes atención psico-social, educativa, laboral, artística, de salud y, cuando se requiere atención jurídica. La asociación ha organizado la gira de conciertos por Cataluña “Vamos caminando” en colaboración con la asociación Huacal.

En este contexto, el ICIP ha invitado a las integrantes de Ensamble LiberArte a participar en una sesión online, coorganizada conjuntamente con la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y la Agencia Catalana de Juventud. En el acto, dos integrantes del grupo de cuerda, Karina y Brenda, han explicado su experiencia personal, su paso de la prisión en el grupo donde ahora tocan el violonchelo y el violín, respectivamente. Por su parte, Candy Chávez, de la asociación TNT, ha explicado que el proyecto Ensamble LiberArte “es un puente que permite a la juventud en exclusión conectarse hacia otras realidades, a través de la música.”

Gira de conciertos de Ensamble LiberArte en Cataluña

5 de mayo, 13h – Parroquia de Santa Anna. Barcelona

7 de mayo, 19h -Centre Rubirenc d’Alternatives Culturals. Rubí.

8 de mayo, 12h – Concierto en Espai Basset d’Hostafrancs. Barcelona.

9 de mayo, 19h – Concierto en el casal El Foment. Igualada.

10 de mayo, 18h – Biblioteca Antoni Comas. Mataró.

11 de mayo, 19h – Debate Ensamble LiberArte: Música para vivir en libertad y con dignidad hacer un Salvador sin violencias». Ateneu Roig. Barcelona.

13 de mayo, 11h – Debate con jóvenes del Institut Pla de les Moreres. Vilanova del Camí.

13 de mayo, 17h – Intercambio musical con la Escola Municipal de Música de Igualada.

14 de mayo, 10h – Transgang Training Seminar UPF. Barcelona.

14 de mayo, 20h – Concierto en el Orferó Lleidatà. Lleida.

15 de mayo, 13h – Concierto en la Escola Amparo Casamalhuapa. Youtube.

16 de mayo, 19h – Concierto en el Teatro Plaza. Caselldefels.

17 de mayo – Encuentro con el Consell Municipal de Pau i Solidaritat. Castelldefels.