El Comité Nobel ha otorgado el Premio Nobel de la Paz 2024 a la organización japonesa Nihon Hidankyo, un movimiento creado por personas supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, conocidas como “hibakusha”, que lucha contra el uso de las armas nucleares y para concienciar sobre los impactos catastróficos del armamento nuclear.
En un contexto de crecimiento de la carrera armamentista global y de proliferación nuclear, este premio Nobel de la Paz es un mensaje de atención a la comunidad internacional para frenar la carrera nuclear.
«Estratégicamente la decisión del Comité Noruego Nobel es muy acertada», afirma el director del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), Kristian Herbolzheimer, porque el reconocimiento envía un mensaje global a las principales potencias que desarrollan armamento nuclear y que han amenazado con el uso de éstas armas. “El Premio Nobel de la Paz 2024 no se fija en una región concreta, como puede ser la guerra en Gaza o la invasión de Ucrania, sino que ante la peligrosa escalada militar global el galardón quiere ser un toque de atención para la comunidad internacional, un mensaje hacia Israel, Irán, Rusia y también Estados Unidos”.
«Nos encontramos en una paradoja en la que si bien ha crecido la conciencia ciudadana sobre la necesidad de eliminar las armas nucleares, también crece el desarrollo de la industria nuclear y la escalada militar puede tener consecuencias imprevisibles» explica el director del ICIP. En este contexto, el ICIP defiende la necesidad de andar hacia una seguridad común, basada en el diálogo y la cooperación internacional.
Hacia la prohibición global de las armes nucleares
La prohibición global del armamento nuclear queda recogida en el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que se aprobó en 2017 por Naciones Unidas y entró en vigor en 2021, fruto de la presión de numerosas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas las personas supervivientes de las bombas atómicas en Japón. Hasta la actualidad han firmado el tratado 94 Estados; entre ellos no figura el Estado español ni las principales potencias que disponen de armamento nuclear.
El TPAN obliga a los Estados Partes a no desarrollar, ensayar, fabricar, adquirir, poseer, transferir, almacenar y usar armamento nuclear. También obliga a los Estados Partes posesores de armas nucleares a desactivarlas de inmediato, a destruirlas lo antes posible ya eliminar sus programas nucleares.
Actualmente, nueve países tienen armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel. Según datos de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) en 2023 los Estados con armas nucleares se gastaron un total de 86.000 millones de dólares, siendo Estados Unidos, el país que más gastó con arsenal nuclear, 51.000 millones, seguido de China con un gasto de 11.800 millones y Rusia con 8.300 millones.