Memoria, convivencia y reconciliación
Las guerras y las dictaduras generan profundos impactos sociales, políticos y psicológicos en las sociedades y en las personas que han vivido experiencias traumáticas. Estos efectos no desaparecen automáticamente con la firma de acuerdos de paz o la celebración de elecciones democráticas. Es imprescindible promover procesos que permitan reconstruir el tejido social y fomentar la reconciliación tanto en las instituciones como en la propia sociedad. La recuperación pasa también por abordar la memoria de los hechos traumáticos de manera colectiva, creando espacios para la sanación psicosocial y estableciendo las bases necesarias para romper con los ciclos de violencia.
En esta línea, el ICIP se compromete a dar visibilidad y apoyo a las iniciativas de la sociedad civil en contextos de transición política. Fomentamos el intercambio de experiencias innovadoras que promuevan la convivencia, a menudo a través de expresiones artísticas y creativas. Asimismo, destacamos el papel clave que desempeñan las diásporas en los procesos de paz y memoria, con especial énfasis en las contribuciones de las mujeres y las víctimas.