El ICIP ha rendido cuentas al Parlamento con la comparecencia del presidente y el director, Xavier Masllorens y Kristian Herbolzheimer respectivamente, ante la Comisión de Unión Europea y Acción Exterior. Lo han hecho este jueves pasado, 21 de noviembre, y les ha servido para explicar el proyecto estratégico del ICIP de cara a los próximos años y presentar la Memoria de Actividades ICIP 2023. La comparecencia ha servido para poner en valor el Instituto en un contexto social, económico y político marcado por las tensiones y la polarización.
Objectivos estratégicos
El presidente del ICIP, Xavier Masllorens, ha enumerado algunas de las actividades desplegadas en el 2023 para centrarse después en el Plan Estratégico 2024-2028. «Nos planteamos un horizonte 2028 con ambición —dice— porque los retos a que nos enfrentamos son críticos». Entre los siete ámbitos que trabajará la institución, Masllorens se ha comprometido a contribuir a que Cataluña sea un hub mundial de fomento de la paz. También a impulsar un Observatorio de cultura de paz y a consolidar el trabajo de diálogo y mediación entre actores políticos, a escala, local e internacional.
También ha recordado la vocación de devenir referencia para los medios de comunicación en los ámbitos de actuación del ICIP, incrementar el impacto por toda Cataluña, aportar conocimiento teórico y práctico que influya en las iniciativas y políticas de fomento de la paz, tanto en Cataluña como en el ámbito internacional. El presidente del ICIP espera también integrar la institución en una Casa de la Paz, un equipamiento físico que se convierta en referencia internacional, con una biblioteca especializada y espacios para desarrollar actividades abiertas al público.
Conversaciones de mediación
Kristian Herbolzheimer, en el turno de réplica a las intervenciones de los grupos políticos, ha recordado que el ICIP tiene un papel clave en procesos de paz a nivel internacional. Para el director del Institut, a instancias del ICIP Catalunya puede acoger conversaciones de mediación gracias a su condición de instituto público pero independiente, que no compromete la diplomacia formal. Sin embargo, la mediación es incompatible con la denuncia y con la publicidad. Para trabajar en este ámbito el ICIP requiere de la confianza de las instituciones públicas para llevar a cabo una tarea que por su naturaleza es confidencial y de resultado incierto.
Herbolzheimer subraya asimismo la importancia de adoptar un enfoque de curiosidad, respeto y autocrítica para combatir los discursos de odio y la polarización tóxica.
En el turno de intervenciones, los portavoces de los distintos grupos parlamentarios han valorado el trabajo del ICIP y han destacado de forma unánime la necesidad de trabajar para el fomento de la cultura de paz.