Dada la diversidad sin igual de la India, hasta hace sólo dos décadas los conflictos relacionados con cuestiones lingüísticas eran un lugar común. En la actualidad, sin embargo, parecen haber perdido relevancia, quizás porque muchas de las lenguas que se hablan en la India han caído presas del “demonio global”- el inglés – o de sus» hermanos mayores «- el hindi en el norte, el bengalí en el este, una de las cuatro lenguas drávidas en el sur y el marathi en el centro. Las demandas de los nuevos tiempos, impulsadas por un capitalismo despiadado, han enunciado un paradigma en el que por desgracia la pluralidad y la diversidad han sido reducidas a meras palabras bonitas. Parece que las identidades étnicas y, en particular, las regionales y lingüísticas, no tienen lugar en una economía de ritmo rápido, donde si bien pueden apreciarse diferencias, poco tiempo hay para pensar sobre ellas o para preocuparse acerca de sus perspectivas de futuro. Aparentemente el coste de perder pluralidad cultural es intrascendente ante el coste de perder oportunidades socio-económicas.
En las respuestas a la pregunta – ¿por qué debería uno, después de todo, aprender un idioma? – se hallan los determinantes que guían nuestras prácticas y comportamientos lingüísticos (Das 2005: 145). Pero antes de reprender a la lengua inglesa no hay que olvidar que el desarrollo de esta lengua en la India durante el siglo XIX tuvo como efecto la introducción del multilingüismo, fortaleciendo aún más la diversidad lingüística inherente y remplazando el viejo dominio de un legado lingüístico servil y sectario (Das 2009: 123). Por otro lado, no se puede negar que lo que ha situado al país en la raíz del éxito económico ha sido precisamente la disponibilidad de una inagotable fuerza de trabajo cualificada con un buen dominio de la lengua inglesa (Das 2008: 49). En este sentido, Internet solo habría precipitado este gran cambio en favor del inglés. Como sabemos, la exposición continuada a una lengua es una herramienta de difusión de la misma, que proporcion una corriente subterránea de infiltración lingüística en todos los ámbitos de la vida. Y esto no es ya una imposición, sino una opción (Das 2005: 18). Se trata, por tanto, de una elección por conveniencia y no a causa de un conflicto.
En la India, cientos de lenguas más pequeñas están siendo poco a poco y en silencio subsumidas por sus vecinos más influyentes
Desde esta perspectiva, habría que matizar la actual situación lingüística respecto a la idea de que la lengua es a menudo el símbolo de un conflicto que en realidad está teniendo lugar en otros ámbitos, como la política, la economía, la administración, la educación, etc. Así, los contornos actuales de la controversia lingüística han cambiado desde el conflicto hasta la convivencia o, quizás, hacia una coerción unidireccional. Por una vez, parece que la definición de la situación actual como de conflicto es inadecuada.
Cierto es que cientos de lenguas más pequeñas están siendo poco a poco y en silencio subsumidas por sus vecinos más influyentes. Por ejemplo, el maithili, el bhojpuri, el magahi, el angika, el santhali, el awadhi, el braj, el rajastán y una veintena de otros idiomas están perdiendo terreno frente al hindi en el norte del país. Del mismo modo, muchas de las lenguas oficiales del sur están seriamente amenazadas por el tamil, el telugu, el kannada y el malayalam. Lo mismo está sucediendo en el este, donde las lenguas minoritarias de la región están perdiendo terreno frente al bengalí y al assam; por último, en la parte central y occidental de la India, muchos idiomas son marginados por las lenguas más grandes – marathi y gujarati. El resultado de estos procesos apunta a un ulterior ganador, que sería el inglés. Sin embargo, la parte más sorprendente de esta pérdida de lenguas ha sido una absoluta falta de resistencia; es decir, no ha habido una mínima oposición por parte de los grupos lingüísticos afectados. Como veremos, este hecho está muy relacionado con la naturaleza de la demografía india.
En la actualidad, un 65% de la población india tiene menos de 35 años, un 50% menos de 25 y un 41% menos de 18. En 2020 la edad media de un indio será de 29 años. Son estos jóvenes indios los que no se ocupan de cuidar lo suficiente su lealtad lingüística, que responde exclusivamente a las fuerzas del mercado laboral. En este sentido, no desean ser dejados atrás debido a una carencia de las competencias necesarias para trabajar, como pueden ser las lingüísticas. Por ello, incluso en el sur hay una penetración considerable del hindi, a pesar del antagonismo histórico que existe en la región hacia esta lengua. Se trata de un síntoma de una tendencia generalizada en todo el país consistente en confinar los conflictos lingüísticos a las realidades económicas emergentes.
Por ejemplo, en el estado indio de Assam, los hablantes de lenguas tribales como el rabha o el bodo no hace mucho tiempo consideraban que la lengua ahomia (oficial en el estado) era una amenaza para su autoafirmación étnica, dada la situación de intercambio desigual existente entre la comunidad dominante y las comunidades tribales; no obstante, en la actualidad apenas oímos voces disidentes. Incluso en el corazón hindi, hasta hace muy poco había muestras de descontento. Así, idiomas como el garhwali o el kumaoni eran vistos como dialectos, a pesar de que las diferencias entre ellos y el hindi son muy significativas. Por otro lado, la zona pro-meitei de Manipur luchó durante mucho tiempo para acabar con la escritura bengalí que, según ellos, les había sido impuesta por la cultura invasora de los forasteros (Shivaprakash 2012).
Y es que a pesar de haberse reorganizado en estados federados sobre una base lingüística en los años 1950 y 1960, la India sigue apoyando en la actualidad el estudio de la relación entre la etnicidad y el conflicto. Sin duda, ello está relacionado con el hecho de que todos los estados de la India siguen siendo multi-étnicos en su composición, conteniendo interesantes ejemplos de convivencia étnica de una forma pacífica, susceptibles de ser analizados como alternativas al estudio de la violencia interétnica (Crowne 2013).
Las últimas polémicas entorno a cuestiones lingüísticas – (1) el resentimiento de las regiones de habla no hindi respecto a aquellas de lengua hindi debido a la elección del hindi como lengua oficial del país; (2) la aceptación sólo parcial de la fórmula de los tres idiomas (es decir, cada estado tiene su lengua oficial, además del hindi y el inglés); y (3) el duelo entre el hindi y el inglés como principal lengua del país – parecen haberse calmado. No obstante, puede que se trate solamente de una pausa, mientras el país atraviesa una fase de transición económica y de gran movilidad social.
Así, aunque en los últimos tiempos la atención se ha desplazado hacia cuestiones de efectos más inmediatos, el conflicto sigue latente. De hecho, las disputas lingüísticas en la actualidad son más que una simple controversia entre idiomas y han tomado formas que incluyen conflictos entre partidos políticos, grupos de presión, clases sociales, élites vs. el resto de la población y conflictos entre las instituciones que cumplen funciones específicas (Das 2002: 21). Por otro lado, las grandes migraciones y la movilidad de las zonas rurales a las urbanas (incluso de un estado a otro) también han tenido una influencia perjudicial en el sistema tradicional de vida de los indios, afectando a su lealtad y a sus comportamientos lingüísticos (Das 2004: 152).
En la actualidad, las disputas lingüísticas son más que una simple controversia entre idiomas e incluyen conflictos entre clases sociales y entre las distintas instituciones que cumplen funciones específicas
Cabe recordar que solamente el continente africano supera la diversidad lingüística, cultural y genética de la India. Así, en la India existen múltiples identidades, basadas en factores sociales, políticos, culturales y económicos; por ello, a menudo sus demandas y movilizaciones se superponen. Encontramos, por tanto, diferentes tipos de conflictos de identidad en las relaciones sociales y el modo más frecuente de resolverlos suele pasar por el planteamiento de una nueva identidad. En todo caso, la «cuestión comunal» en la India sigue siendo la más relevante y sus efectos volátiles hacen que sea fundamental para cualquier discurso político. Los acontecimientos recientes han reafirmado esta idea a una escala global (Chandra 2003: 114-115).
El capitalismo, igual que cualquier otro sistema social basado en las divisiones de clase, destruye las instituciones políticas y culturales primitivas, pero construye otras nuevas con los mismos ladrillos y cemento, ya que no puede ignorar el contexto en el que nace (Chandra 2003: 116). En el caso de la India, el conflicto entre el hindi y el urdu nunca fue una lucha por la legitimidad de la lengua, sino por la identidad. El hindi y el urdu son, de hecho, dos nombres para el mismo idioma, que los distintos grupos rivales supieron utilizar para crear una división nacional. Así, el hindi se convertiría en la lengua oficial de la India y el urdu de Pakistán (Chandra 2003: 119). Pero esta separación lingüística no fue suficiente para mitigar los conflictos etnolingüísticos de esta parte del mundo, ya que al poco tiempo Bangladesh se separaría de Pakistán únicamente por negarse a aceptar el urdu, optando en su lugar por una lengua sánscrita como es el
Chandra, P. 2003. Linguistic-Communal Politics and Class Conflict in India. Social Register. p. 114-131.
Crowne, W. 2013. Ethnicity as a source of Conflict in India. E-International Relations. Bristol, retrieved, June 4, 2014.
Das, A. K. 2009. When English Replaced Persian: Relinquishing an ‘Entangled’ Linguistic Legacy. Language Forum, 35: 1. p. 123-137.
Das, A. K. 2008. Role of English Language in India’s Economic Development. Language in a Global Culture: Bridge or Barrier? Bangkok: Ramkhamhaeng University Press. p. 49-56.
Das, A. K. 2005. Changing Constructs of Linguistic Imperialism: Religion, Polity and Economics. In Kim, Lee Su, Thang Siew Ming & K. A. Bakar (eds.). Language and Nationhood: New Contexts, New Realities. Bangi (Malaysia): Pusat Pengajian Bahasa & Linguistik. p. 13-22.
Das, A. K. 2004. Survival and Maintenance of Regional Languages in the New Europe: Consequences of Expansion and Changing Demography. Language Policy and Sociolinguistics I: Regional Languages in the New Europe. Rezekne (Latvia): Rezeknes Augstskola. p. 152-159.
Das, A. K. 2002. Language Conflict in India. Journal of Philology, 2: 10. p. 20-23.
Shivaprakash, H. S. 2012. Language: The Basis of Unity and Conflict, retrieved, June 4, 2014.
Fotografía : Yann / CC BY / Desaturada. – Pueblo indio. Una imagen de gente que tiene la intención de representar los centenares de lenguas presentes en la India –
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