EN PROFUNDIDAD
La cultura de paz dentro del aula
Joan Camós y Albert Marzà
Que el camino de la cultura de paz está lleno de dificultades es un hecho que no se discute. Es difícil afrontarlo con éxito en una sociedad que, aunque haga una valoración positiva de la palabra, defensa, en la práctica, unos planteamientos muy alejados de ella.
Estas dificultades también se producen cuando intentamos trasladar dentro del aula la perspectiva de paz en varias materias del currículum.
El observatorio de libros de texto del ICIP ha estudiado una materia, Ciencias Sociales, en un nivel educativo, cuarto de ESO. El hecho que el currículum plantee desarrollar, en el último curso de la educación obligatoria, historia contemporánea, período muy destacado por la cantidad y intensidad de conflictos bélicos, hace de este estudio un buen indicador de los retos que la cultura de paz tiene en el ámbito de la educación formal.
El primer obstáculo que encontramos es el currículum que, aunque se aleje de los antiguos planteamientos en los cuales el recurso a la memorización y el enaltecimiento de las gestas militares estaban en el orden del día, continúa exigiendo del alumnado la absorción de una gran cantidad de información y sigue dando un papel relevante a los hechos bélicos.
En esto los libros de texto analizados no contradicen lo que hace la sociedad en su conjunto: tanto la producción audiovisual –películas y teleseries- como los presupuestos del Ministerio de Defensa muestran una inclinación manifiestamente favorable a la cultura de las armas y a la utilización de la violencia. Y menos mal que los libros de texto editados en catalán –que es lo que hemos analizado- en general, plantean buscar las causas de los hechos y reflexionar sobre ellos, aspectos que nuestra sociedad no suele promover.
Ni el currículum ni los textos con los cuales trabaja el profesorado son sensibles a la cultura de paz o lo son en un bajo nivel. Excluir ciertos temas, relegar otros a las partes secundarias de los textos o utilizar un lenguaje inadecuado hacen que, a pesar de las mejoras en relación con años anteriores, el enfoque del conjunto está lejos de promocionar una cultura de paz entre el alumnado.
A pesar de esto, queda la posibilidad de que el profesorado opte para destacar aquello que el currículum permite y los libros han introducido. El problema es que no todo el profesorado es receptivo a tales cuestiones, por las cuales, además, no han recibido una formación especifica, o, si lo son, no siempre encuentran suficiente apoyo entre compañeros y compañeras del Departamento o en el Claustro para arriesgarse a favor de una perspectiva realmente nueva, la de la paz, ante la manera tradicional de desarrollar la materia.
En estos momentos no hay ninguna prueba externa de final de secundaria que obligue a tratar según que contenidos o a hacerlo de una manera concreta. En el horizonte, pero, plana la llamada Ley Wert que podría complicar aún más la posibilidad de un enfoque favorable a una cultura de paz para las Ciencias Sociales de cuarto de ESO y para el resto de asignaturas que, desde el margen que les dan los respectivos currículum, podrían hacerlo.
La lista de dificultades es larga, por lo tanto, también tiene que serlo la lista de soluciones. Seria necesario incidir en varios aspectos para conseguir un cambio de perspectiva referente a la enseñanza de las Ciencias Sociales en cuarto de ESO y al de otras asignaturas en todos los niveles: en la modificación del currículum, en la formación del profesorado, en la elaboración de materiales alternativos que faciliten el trabajo dentro del aula, etc.
Es un reto complejo y que hay que realizar a medio plazo. Pero las dificultades no son un obstáculo insuperable. Lo que hace falta es tener una determinación firme para llevarlo a cabo. El documento elaborado por el Observatorio de los libros de texto, "Anàlisi dels llibres de text de Ciències Socials des d'una perspectiva de Pau (Quart d'ESO, 2008-2011)", es una herramienta para este proceso.